martes, 28 de agosto de 2018

Reflexiones desde una hamaca

Mirando la luna desde una hamaca en otro continente, bajo otro cielo, las mismas estrellas, escuchando acentos y palabras distintos pienso en mí y en mis preocupaciones y me alejo de todo, porque de repente no creo que nada sea tan importante excepto el hecho de estar en la hamaca.
Es fácil tener perspectiva así, desde una hamaca, cuando mirar el cielo es lo único que tienes que hacer.
Pasas revista a tu vida, a las personas que te rodean, a tus errores, al pasado, al futuro y a lo que pudo ser.
Y nada parece tan importante como el momento de plenitud y dicha presente en que la sensación de bienestar inunda todo y parece que puedo abrazar el cielo y atrapar la luna creciente.
Sin dolor, ni hambre, ni sueño la noche es liviana y las estrellas brillan más, los ladridos de los perros en la lejanía, la música de los vecinos, todo genera placidez.
Las tribulaciones del día a día bullen en el fondo de la conciencia, los miedos, las culpas, ahí están. Pero no pueden con la potencia de la sensación presente.
Así transcurre la vida, entre momentos de paz que son un oasis en el bullicio y los percances de la vida cotidiana. ¿Y qué vale más la pena?






https://www.culturagenial.com/es/ser-o-no-ser-esa-es-la-cuestion/

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