viernes, 27 de mayo de 2016

El viaje definitivo

EL VIAJE DEFINITIVO

…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que se amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará nostáljico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
Juan R. Jiménez
Retrato de Sorolla


Es verdad, en la mezquindad de sus precarias vidas unos se aferran a su rutina aunque con otros la tragedia y el dolor se ceben.
La vida es terrible y hay que seguir, ante el sufrimiento hay que mantenerse impasible, esa es la naturaleza humana, esa es la ley del más fuerte.
No te pares a socorrer al herido y al débil, sigue corriendo hacia tu meta aunque no sepas cuál es.
Nada tiene sentido pero hay que seguir produciendo días y rutinas para consumir más días y rutinas. 
No preguntes por qué ni para qué. No pienses. Sigue el camino pautado y no mires a tu alrededor.
La muerte no existe, la vida tampoco. 
El bien y el mal son relativos, no te cuestiones nada.
Vive y muere y deja que maten aunque te digan que mueren.

lunes, 23 de mayo de 2016

Ariadna en Naxos

El mito de Ariadna en el laberinto del Minotauro es muy conocido en la cultura popular. Casi todos tenemos en mente cómo la princesa cretense, hija de Minos y Pasífae, ayudó a Teseo, el héroe ateniense, a escapar del laberinto con un ovillo de hilo. 
En la mitología griega, Ariadna ("la más pura") era la hija de los reyes de Creta, que a cambio de la paz exigían a los atenienses que debían enviar siete hombres jóvenes y siete doncellas cada año para alimentar al Minotauro. Un año, Teseo, hijo de Egeo, rey de Atenas, marchó voluntario con los jóvenes para liberar a su pueblo del tributo. Ariadna ayudó a Teseo a cambio de que la llevase a Atenas consigo y  se casara con ella.

Un hecho del que menos se habla y tal vez desconocido para la mayoría es el abandono posterior de Ariadna en la isla de Naxos por parte del héroe Teseo.

Cuando la  galera de Teseo llegaba a Atenas, se le olvidó, según lo que había acordado con su padre Egeo, poner velas blancas anunciando las buenas nuevas, por lo que Egeo, desde el punto más alto, vio que las velas que eran negras, con lo que se suicidó lanzándose al mar, el que desde ese momento fue llamado mar Egeo.  Teseo heredó así el trono de Atenas y años después se casó con una hermana de Ariadna, Fedra.

Las versiones de esta traición varían mucho y se han hecho un sinnúmero de hipótesis. Se ha dicho que Teseo dejó a Ariadna en la playa porque estaba enamorado de otra mujer, también que fue por orden de Dionisos que se le apareció en sueños y le ordenó abandonar a Ariadna, o que mientras ella se encontraba en la playa recuperándose de un mareo, él regresó al barco, y este zarpó impulsado por un misterioso viento. Diferentes versiones del mito afirman que Teseo abandonó a Ariadna porque se enamoró de una de las jóvenes que viajaban junto a ellos en el barco de regreso a Atenas, o que Artemisa intervino para obligarlo a huir de Naxos dejando atrás a Ariadna. En todo caso, Teseo se aleja de ella sin explicarle las razones de su marcha. La abandona a su suerte en una isla solitaria y no parece que haya muchas versiones del mito que hablen de que esta traición le cause remordimentos.
Tiziano
Sin embargo Ariadna es capaz de seguir un camino al menos más glorioso en Naxos del que habría seguido con Teseo en Atenas, pues se cuenta que Dionisos, enamorado de Ariadna, acude a su encuentro y se casa con ella, pero Artemisa, celosa de la joven cretense, la mata, y en recuerdo de ella Zeus pone su corona en el cielo; es por eso que hay una constelación llamada «la corona de Ariadna». Una segunda versión del mito, recogida entre otros por Hesíodo, afirma que «la boda de Dionisos con Ariadna hace que Zeus le conceda la inmortalidad». Según otra versión de este relato mitológico, Ariadna muere poco después de su boda con Dionisos, pero el desconsuelo de éste es tan grande que Zeus intercede para que el dios descienda al mundo subterráneo y rescate a su esposa, que recibe así el don de la inmortalidad.
Parece que Ariadna es una heroína atípica, pues es capaz de desafiar a sus propios antepasados y dar los medios al enemigo para derrotar al Minotauro. Cuando es abandonada por Teseo no se amilana y se las arregla para sobrevivir en Naxos e incluso para llegar a ser una diosa. Siempre en la mitología griega los dioses andan imponiendo su voluntad sobre la vida de los hombres y las mujeres, y no es menos en este caso, pero Ariadna deja al siempre recordado héroe  Teseo en un lugar muy pobre, hombre que sin su ayuda no habría matado al Minotauro, no habría escapado del Laberinto, ni de Creta, y que tuvo la cobardía de abandonar a quien le cedió toda su gloria a su suerte. 
La historia de una heroína no reconocida. Una entre tantas.




miércoles, 18 de mayo de 2016

Isis o María

"Aquí me ves, Lucio, en respuesta a tu plegaria. Sepas que soy madre y naturaleza universal, señora de todos los elementos, principio primordial de los tiempos, soberana de todas las cosas espirituales, reina de la muerte, de los oceános, y también reina de los inmortales, la única manifestación de todos los dioses y diosas, mi gesto manda sobre las alturas resplandecientes del cielo, la saludable agua del mar y los secretos lloros del infierno. Aunque soy adorada en muchos aspectos, y conocida por nombres innumerables… los troyanos, que fueron los primeros que nacieron en el mundo, me llaman Pesinuntica, madre de los dioses, los atenienses, naturales y allí nacidos, me llaman Minerva y cecrópea, Pesinuntica, madre de los dioses, los atenienses, naturales y allí nacidos, me llaman Minerva cecrópea, y también los de Chipre, que moran cerca de la mar, me nombran Venus Pafia, los arqueros y sagitarios de Creta, Diana, los sicilianos de tres lenguas me llaman Proserpina, los eleusino, la diosa Ceres antigua y otros me conocen como Juno, otros Bellona, otros Hectes, otros Ranusia pero los egipcios que se destacan en el aprendizaje y culto antiguo, me llaman por mi nombre verdadero… Reina Isis.
Yo soy la madre natural de todas las cosas, señora y rectora de todos los elementos, la progenie inicial de los mundos, poseedora de los poderes divinos, reina de todo lo que hay en el Infierno, señora de todos los que viven en el Cielo, que se manifiesta única y bajo una sola forma en nombre de todos los dioses y diosas. Dispongo a mi voluntad de los planetas del cielo, los saludables vientos de los mares y los omninosos silencios del infierno; mi nombre, mi divinidad, se adora por todo el mundo y de diversas maneras, con costumbres variables y bajo muchos nombres”
Lucio Apuleyo, "El asno de oro"
Pintura de Isis de hace más de 2000 años

El origen de Isis es incierto, pero se cree que proviene del delta del Nilo. Las primeras menciones de Isis datan de la dinastía V de Egipto, en la cual se encuentran las primeras inscripciones literarias, pero su culto se hizo popular más tarde en la historia egipcia, cuando se empezaron a absorber y sincretizar los cultos de otras diosas tomando sus características o atributos. Isis quedó fundida con las diosas Astarté, Bastet, Nut, Renunet, Sotis y Hathor, esta última de gran importancia dado que la diosa Isis toma de ella muchos de sus atributos iconográficos y de sus características mitológicas. Con el tiempo se expandió fuera de Egipto, en el Oriente Próximo y el Imperio romano, con la construcción de templos lejanos dedicados a ella, como en las Islas Británicas o la Península Ibérica. Hasta el siglo VI se pudieron encontrar rastros de su adoración en la Europa cristiana.
Isis es el nombre griego para la diosa egipcia Ast, "trono" en español, y es representada como una mujer con un trono en su cabeza.
Isis amantando a Horus
Isis también es adorada como "la gran maga", "la reina del más allá" y "la diosa de la estrella". Reúne todos esos atributos de las demás diosas de Egipto. Se creía que la estrella Sirio o Sotis, la más brillante de la constelación de Orión, era la casa en el cielo de la diosa Isis. Es llamada "la gran maga" porque se creía que creó con su magia la primera cobra, de la que Isis extrae el veneno que obligará a Ra, el dios de los dioses, a revelarle su verdadero nombre y así dar a Isis poder sobre Ra. Este, al aceptar su derrota, prepara un culto secreto para entregar a Isis el poder para curar las enfermedades de los dioses. Isis también es considerada "la diosa del más allá" por ser la esposa de Osiris y por resucitarlo después de su muerte y renacer como el dios de la resurrección simbolizando la fertilidad y las crecidas del río Nilo. Isis es llamada "la madre divina" por su cualidad protectora y maternal mostrada con su hijo Horus y con todos los demás seres. Isis personifica la Luna, ya que la Luna era considerada uno de los ojos de su esposo Osiris y porque evitaba las inundaciones en el Nilo
Fue la única deidad del Egipto que fue adorada hasta en el Imperio Romano, resistiendo así a la expansión del cristianismo y se mantuvo en el templo de File durante el Imperio Romano hasta que fue prohibido en tiempos de Justiniano I, en el año 535.  Cuando el mundo antiguo terminó y los dioses como Zeus, Apolo y el helenístico Serapis fueron desterrados, sólo sobrevivió Isis, la diosa de los mil nombres, bajo otro culto universal: el de la Virgen María.
Isis, Museos Capitolinos, Roma

En Hispania hay evidencias del culto a Isis, transmitido por comerciantes, militares o simples ciudadanos griegos y romanos.Al principio su veneración es popular para después llegar hasta las capas más altas. Existió un culto organizado, en Emérita Augusta (Mérida), Igabrum (de Córdoba) y Valentia (Valencia) y devotos en Legio (León), Astúrica Augusta (Astorga), Acci (Guadix), Saguntum (Sagunto) y Tarraco (Tarragona). Los últimos documentos referentes al culto a Isis en Hispania datan de la primera mitad del siglo III ddc. Isis curaba enfermos irreversibles y, cuando lo hacía, se le colocan placas con inscripciones de agradecimiento. Era guía de navegantes y allá donde aparecía surgía un manantial cuyas aguas eran curativas. Sus procesiones fueron muy semejantes a las que vemos en Semana Santa. Se le alumbraba con velas el camino para que encontrase a su esposo, se le cantaba a su paso, se lloraba la muerte de Osiris y se celebraba su resurrección. Incluso su hijo Horus, nació con el sol el 25 de diciembre.
Los primeros cristianos irán a asimilar el culto de Isis a la virgen María dándole la faceta maternal y protectora, así como también la famosa iconografía de la virgen María con el niño Jesús en sus brazos.El culto de Isis tuvo una influencia considerable sobre el de la Virgen María. Las imágenes coptas (cristianas) heredaron esta concepción de la diosa, dando origen a representaciones posteriores de Maria Lactans. Las Vírgenes Negras son consideradas antiguas imágenes de Isis, adaptadas posteriormente al ritual católico.
Virgen de Montserrat

El hecho de que se suplanten cultos e imágenes sólo afecta a la forma, no al fondo. El pueblo necesita expresar sus emociones, necesita suplicar a su ídolo que le cure de aquella enfermedad de difícil solución, que le provea de fertilidad, en definitiva, que le saque de su penosa situación y el avatar de María se globalizó para generar esta función. 
Hay quien refiere que en la Letanía Lauretana (oración católica dirigida a la Virgen María) los nombres de Isis se enredan con los de María: "Reina del Cielo", "Arca de la Alianza", "Trono de sabiduría", "Diadema de la Vida", "Estrella de la mañana", "Nuestra Señora"…
La Humanidad es siempre la misma y las mismas divinidades cubren sus necesidades espirituales y morales ahora y siempre
Isis Lactans en Museos Vaticanos


miércoles, 11 de mayo de 2016

La banalidad del mal

“La ‘banalidad del mal’ es lo que realizamos cuando rehusamos comportarnos como seres humanos, con inteligencia, discernimiento, juicio; cuando justificamos nuestros actos diciendo que sólo tenemos que obedecer, cumplir, seguir lo que otros nos dicen, y aceptamos actuar como piezas sin juicio moral de una estructura que en la práctica se revela monstruosa”.
Luis García Orso


Adolf Eichmann fue el máximo responsable de la logística de la llamada "solución final" en el régimen nazi y tuvo bajo su responsabilidad directa el traslado de centenares de miles de judíos europeos a los campos de exterminio. Se refugió en Argentina después de la guerra y allí fue secuestrado por agentes de los servicios secretos israelíes en mayo de 1960 y trasladado a Israel para ser juzgado por sus crímenes. Fue condenado a muerte por el estado de Israel y ahorcado.
Su juicio, que comenzó al año siguiente, atrajo la atención mediática internacional.
Hannah Arendt, antigua discípula de Martin Heidegger y de Karl Jaspers en su Alemania natal, emigrada a Estados Unidos y destacada intelectual judía, pidió a la revista "The New Yorker" hacer un reportaje del proceso, que fue publicado en 1963 en esta revista y el mismo año en forma de libro, bajo el título de "Eichmann en Jerusalén".
Lo primero que sorprendió a  Hannah Arendt de la figura de Eichmann cuando presenció su juicio en Jerusalén fue su "vulgaridad". La mediocridad de aquel hombre no se correspondía con los horrendos crímenes que había cometido. A partir de su acercamiento a la figura de Eichmann, Arendt llegó a la conclusión de que los crímenes más horribles pueden originarse no sólo desde el sadismo y la perversidad, sino también desde la superficialidad y la frivolidad, la ausencia de pensamiento y de capacidad reflexiva.
Eichmann no parecía un perverso ni un sádico, ni tampoco parecía odiar a los judíos. Arendt sostiene que Eichmann "no supo jamás lo que hacía", no en el sentido de que no conociera el destino final de las personas que deportaba a los campos de exterminio, sino en el sentido de no tener conciencia de la naturaleza criminal de sus actos, de no tener una dimensión clara del significado de lo que estaba haciendo. "A pesar de los esfuerzos del fiscal, cualquiera podía darse cuenta de que aquel hombre no era un "monstruo", pero en realidad se hizo difícil no sospechar que fuera un payaso ".

La personalidad del acusado fue por tanto lo que más impresionó a Arendt durante el proceso. Conocía en detalle los crímenes (ella misma, judía de origen alemán, estuvo en un campo de refugiados y fue apátrida durante años) que estaban a juicio y es razonable suponer que esperaba encontrarse con otra clase de individuo. Si Eichmann hubiese sido un monstruo, habría sido perfectamente esperable y natural las conductas monstruosas y sádicas por las que se le juzgaban. Y sobre todo, el hecho de que hubiera sido un monstruo habría sido muy tranquilizador, porque un monstruo es por definición una aberración, alguien que se aparta de forma muy evidente de lo normal y que es fácilmente identificable como tal. Eichmann, en cambio, aunque no era exactamente un hombre corriente, estaba más cerca de ello que de la caricatura estereotipada del malvado con cuernos y rabo de demonio que muchos necesitaban ver en él.

Se ha dicho y demostrado que los hombres ordinarios pueden llegar a cometer los crímenes más terribles si las circunstancias de sus vidas los determinan a ello. Lo cierto es que, como se ha mencionado anteriormente, Arendt no pensaba que Eichmann fuera un hombre normal o corriente. Pensaba que era un hombre particularmente superficial e irreflexivo.
Arendt creyó descubrir en el juicio de Eichmann que el mal es un fenómeno superficial, que arrastra sobre todo a los individuos que no se detienen a pensar en sus acciones. Resistimos al mal no quedándonos en la superficie de las cosas, es decir, apartándonos de la vorágine de la vida cotidiana y deteniéndonos a pensar en las cosas que nos rodea, de lo que se deduce que cuanto más superficial sea una persona, tanto mayores serán las probabilidades de que ceda ante el mal.
Arendt no se profundiza en la explicación del fenómeno de la banalidad del mal, tan sólo lo describe,y de hecho en el último capítulo de "Eichmann en Jerusalén". Hay para ella hombres superficiales, sometidos a la tiranía de las cosas que los rodean y de la cotidianeidad, que no llegan a concebir cosas distintas de las que conocen y que no pueden imaginar que sus vidas puedan ser diferentes a como son. Esos hombres pueden llegar a cometer los crímenes más terribles.
Podemos poner en cuestión a Arendt, dudar de los fenómenos que ella creyó ver. Es posible sostener, como otros han hecho, que el Eichmann que ella describe no es el auténtico. En cualquier caso, la verdadera naturaleza de Eichmann es independiente del valor que pueda tener la tesis de Arendt. 
Arendt nos enseña que los crímenes más atroces pueden ser cometidos sin una auténtica intención criminal, sin sadismo o sin un cálculo frío de costos y beneficios, sino meramente por motivaciones superficiales y por individuos también superficiales.

lunes, 9 de mayo de 2016

Quién te volviera a soñar...

La Primavera besaba 
  

  La primavera besaba
 suavemente la arboleda,
 y el verde nuevo brotaba
 como una verde humareda.

 Las nubes iban pasando
 sobre el campo juvenil...
 Yo vi en las hojas temblando
 las frescas lluvias de abril.

 Bajo ese almendro florido,
 todo cargado de flor
 -recordé-, yo he maldecido
 mi juventud sin amor.

 Hoy, en mitad de la vida,
 me he parado a meditar...
 !Juventud nunca vivida
 quién te volviera a soñar!


  Antonio Machado






Alta-Tadema


Juventud sin amor, juventud nunca vivida... eso viene a decirnos el poeta.
La juventud con desamor es una juventud mustia, una vejez prematura, una tristeza que desgasta el corazón antes de tiempo y nos hace sentir alejados de todos los que aman y son amados.
El desamor hace perder la esperanza, las primaveras se esfuman para siempre, las flores se marchitan antes de nacer, las lágrimas se evaporan antes de correr.
Nunca llegarste a ser amada, nunca te acariciaron con amor, nunca te miraron con devoción, pobre sombra sin cuerpo, pétalo sin flor, nube sin lluvia.
El amor es una farsa, eso crees tú, que no lo has conocido. No existe, es una mentira, son palabras que se lleva el viento.
Si existe, ¿por qué no lo has conocido? Quién te volviera a soñar...

viernes, 6 de mayo de 2016

El miedo a la libertad

"¿Por qué la vida del hombre es tan diferente de la del cordero? Su historia se escribió con sangre; es una historia de violencia constante, en la que la fuerza se usó casi invariablemente para doblegar su voluntad. ¿Exterminó Talaat Pachá por sí solo millones de armenios? ¿Exterminó Hitler por sí solo a millones de judíos? ¿Exterminó Stalin por sí solo a millones de enemigos políticos? Esos hombres no estaban solos, contaban con miles de hombres que mataban por ellos y que lo hacían no sólo voluntariamente, sino con placer."
Erich Fromm

En su obra "El miedo a la libertad", Fromm hace una interesante reflexión sobre cómo tiende a reaccionar el ser humano cuando se siente liberado de las fuerzas opresoras que le han impedido desarrollarse como personas durante siglos. En contra de lo que podamos pensar, tiende a surgir un sentimiento de vacío e inseguridad en este proceso de verse libre de la autoridad.
Para entenderlo, en este proceso de volverse libre de la autoridad, los humanos quedan con sentimientos de desesperanza (Fromm compara esto al proceso de individualización de un niño como parte de su desarrollo) que no desaparecerán hasta que usen la libertad positiva y desarrollen un reemplazo para el orden u opresión que conocían antes. Sin embargo, un sustituto común para la libertad positiva o la autenticidad es someterse a un sistema autoritario que reemplace el orden anterior con una apariencia exterior diferente pero con la misma función para el individuo: eliminar la incertidumbre prescribiendo qué pensar y cómo actuar.
 Para Fromm el principal mecanismo de evasión de este sentimiento de vacío que genera la liberación delas fuerzas opresoras es el autoritarismo, que se trata de abandonar la independencia propia para juntarse con algo y conseguir la fuerza y seguridad que no se poseen con la propia individualidad. Entendiendo esto, y el contexto histórico, es fácil entender por qué Hitler llega al poder. Y todos los fascismos.
A. Hitler



El autor añade a su tesis otro mecanismo de evasión: la conformidad automática, muy común en la sociedad moderna. Consiste en la adopción por completo del tipo de personalidad que rige la cultura, lo que produce la pérdida total de la propia personalidad. Este comportamiento se presenta cuando la gente incorpora inconscientemente las creencias, normativas y procesos de razonamiento de su sociedad y las experimenta como si fueran propias. Esto no les permite tener pensamientos libres genuinos. Esto quiere decir que el individuo se cree libre por liberarse de ataduras externas y por poder expresar lo que cree que son sus opiniones propias, que no es más que una síntesis de lo que opinan los demás.
 Fromm también expone que el modo de educar crea barreras a la libertad, ya que a los niños se les enseña siguiendo un modelo social consiguiendo de este modo una disminución de la capacidad crítica del niño. Esta es la causa de la inseguridad del hombre moderno y de que tome como propias las opiniones de los demás, es decir, que el hombre moderno se refugia entre las masas para no sentirse desplazado ni inseguro, con lo cual al final acepta cualquier ideología.
 Pero cuando el hombre dice lo que realmente quiere y no se refugia en lo que opina y dice la mayoría, ese hombre aún conserva su capacidad crítica.
Erich Fromm

Erich Fromm afirma, en su obra El corazón del hombre, que el ser humano actual se caracteriza por su pasividad y se identifica con los valores del mercado porque el hombre se ha transformado a sí mismo en un bien de consumo y siente su vida como un capital que debe invertirse provechosamente. El hombre se ha convertido en un consumidor eterno, y el mundo para él no es más que un objeto para calmar su apetito.
Según el autor, en la sociedad actual el éxito y el fracaso se basan en saber "invertir" la vida. El valor humano se ha limitado a lo material, en el precio que pueda obtener por sus servicios y no en lo espiritual (cualidades de amor,  razón, capacidad artística). La autoestima en el ser humano depende de factores externos y de sentirse triunfador con respecto al juicio de los demás. Por eso se vive pendiente de los otros, y que la seguridad reside en la conformidad; en no apartarse del rebaño. El individuo debe estar de acuerdo con la sociedad, ir por el mismo camino y no apartarse de la opinión o de lo establecido por ésta.
Para que la sociedad de consumo funcione bien, necesita una clase de individuos que cooperen dócilmente en grupos numerosos que quieren consumir más y más, cuyos gustos estén estandarizados y que puedan ser fácilmente influidos y anticipados. Este tipo de sociedad necesita miembros que se sientan libres o independientes, que no estén sometidos a ninguna autoridad o principio o conciencia moral y que, no obstante, estén dispuestos a ser mandados, a hacer lo previsto, a encajar sin roces en la máquina social. Los hombres actuales son guiados sin fuerza, conducidos sin líderes, impulsados sin ninguna meta, salvo la de continuar en movimiento, de avanzar. Esta clase de individuo es el autómata, persona que se deja dirigir por otra.

El humano debe trabajar para satisfacer sus deseos, los cuales son constantemente estimulados y dirigidos por la maquinaria económica. 
Y en esto nos hemos convertido en nuestro miedo a ser libres. Somos un engranaje en la poderosa maquinaria del sistema capitalista.

Me falla el llanto también...

Io sperai che a me la vita
Tronca avesse il mio spavento…
Ma la morte non m’aita…
Vivo ancor per mio tormento!
Da’ miei lumi cadde il velo…
Mi tradì la terra e il cielo!…
Vorrei pianger, ma non posso…
Ah, mi manca il pianto ancor!
             Lucia di Lammermoor, G. Donizetti
(yo esperaba que la vida / me sería arrancada por este este terror / pero la muerte no viene a ayudarme / ¡aún vivo, para mi tormento!/de mis ojos ha caído el velo/ me han traicionado la tierra y el cielo / quisiera llorar pero no puedo.../ ah, ¡también me falla el llanto! )

cuando el dolor es tan grande que el llanto no llega a aliviar con el rocío templado de sus leves gotas el corazón agotado,
cuando el peso de estar viva supera lo imaginable y la muerte se antoja como un sueño envolvente y amable que te abraza y acuna,
cuando la pena no tiene consuelo con palabras ni falsas promesas vacías que ya sabes que nunca se han cumplido ni se cumplirán
cuando la tristeza es tan tuya que se ha convertido en parte de tu sombra y nadie la ve, ni te ve, ni se alarma de verte muerta en vida
entonces ya no hay llanto, ni vida, ni dolor, ni ser. 
sólo hay pena y eres pena y no hay más.