jueves, 10 de agosto de 2017

El perverso narcisista y el acoso moral

“El mal que provoca un perverso es indiscriminado, pero prefieren a las personas cercanas, como familiares o parejas sentimentales”, explica el psicoanalista Paul-Claude Recamier.



El perverso narcisista es una persona sin capacidad de empatía real. Su empatía es utilitaria, pues sólo reconoce las necesidades del otro en la medida que sirvan a su propio beneficio. Esta expresión es una personificación de una serie de desviaciones, las cuales se asocian a un conjunto de síntomas descritos en 1986 por Paul-Claude Racamier como una organización estable caracterizada por la capacidad y el placer de resguardarse de los conflictos internos y en particular del "dolor por el otro," haciéndose valer en detrimento de un objeto manipulado como un utensilio. Racamier desarrolló el concepto como "una disfunción en la interacción".
El término se acota, pues, de forma empírica y sin consenso de la comunidad médico-científica. Sin embargo, los constructos que más se acercan a este concepto son el Trastorno narcisista de la personalidad y la PsicopatíaSin embargo, este recurso terminológico se utiliza a veces en psicopatología para designar a individuos que presentan una personalidad marcada por rasgos exacerbados de Narcisismo y de perversión, consistente en la satisfacción de deseos y necesidades a expensas de los otros. (más información sobre el narcisismo en  este enlace de este blog).



La psiquiatra francesa Marie France Hirigoyen describe las mecánicas perversas de acoso en distintos ámbitos personales y sociales en su libro titulado "El acoso moral": 

“…El perverso no es un enfermo. El perverso se ha forjado, con probabilidad, en la infancia, cuando no pudo realizarse. Creó férreas defensas contra los demás para protegerse y así una actitud que podía haber sido simplemente defensiva y aceptable se convierte con el paso de los años en una personalidad incapaz de amar y convencido de que el mundo entero es malvado. Insensibles, sin afectos: ésa es su fuerza. Así no sufren”. En la mayoría de los casos el origen de la tolerancia de la víctima o de la agresión del perverso se halla en una lealtad familiar que consiste en reproducir lo que uno de los padres ha vivido: “Agreden para salir de la condición de víctima que padecieron en la infancia, cuando tuvieron que separar las partes sanas de las partes heridas. Ahora siguen funcionando de forma fragmentada, dividiendo su mundo en bueno y malo. Temen la omnipotencia que imaginan en los demás porque se sienten profundamente impotentes. Por ello necesitan protegerse hasta destruir”.
Para Marie-France Hirigoyen, la perversidad no proviene de un trastorno psiquiátrico, sino de una fría racionalidad combinada con la incapacidad de considerar a los demás como seres humanos. El perverso sabe cómo seducir al resto del grupo y conseguir que funcione de manera inhabitual; conoce sus límites y frena su acción cuando percibe que puede ser descubierto.



Los perversos narcisistas, según Alberto Eiguer, intentan crear un vínculo con un otro individuo, atacando muy especialmente su propia imagen de integridad con el fin de desarmarlo. Es decir, atacan el amor propio de los otros, su confianza y la autoestima para hacerles creer que el vínculo con el perverso es irreemplazable y que es el otro quien lo solicita.
El perverso narcisista adolece de capacidad para sentir culpa y sólo le preocupa la imagen que proyecta al resto, sin llegar a considerar a los otros como personas, es decir para él sólo son objetos que puede utilizar. Es importante conocer las formas de actuar del perverso:
-El actuar perverso, según Marie-France Hirigoyen, se caracteriza por la falta de comunicación, ya que este sujeto elude las preguntas directas y como no habla proyecta una imagen de grandeza o de sabiduría.
-El agresor perverso siempre niega la existencia del reproche y del conflicto; neutraliza, pues, a la víctima al hacerle creer que el problema es inexistente.
-El mecanismo de este tipo de personalidades se articula negando a sus víctimas la oportunidad de ser oídas, pues no le interesan otras versiones de los hechos. Con esta supresión del diálogo, el perverso viene a decir que el otro no le importa.
-Hirigoyen también describe que la voz del perverso al dirigirse a su víctima suele ser fría, insulsa y monocorde, sin una tonalidad afectiva, lo que causa inquietud.
-El mensaje del perverso suele ser voluntariamente vago; con ello genera confusión y aún recurre a negar lo dicho para eludir los reproches. Al tiempo que se abstiene de terminar sus frases, utiliza alusiones y envía mensajes sin comprometerse.
-El perverso utiliza la mentira, pero no de una forma directa; más bien prefiere usar un conjunto de insinuaciones y silencios que generen un malentendido en su propio beneficio.
-La agresión perversa se caracteriza por llevarse a cabo en silencio, mediante alusiones e insinuaciones. Con ello, el perverso evita que se pueda determinar cuándo haya podido comenzar, o bien que se pueda catalogar su naturaleza, ya que infunde confusión en la víctima; ésta, si llega a señalar el hecho pernicioso, será refutada por el sujeto perverso y, más aún, la querrá convencer de que es ella la agresora (¿no nos suena la imagen del agresor haciéndose la víctima?).




La psiquiatra Marie-France Hirigoyen opina que los casos más graves de acoso, los que acaban con el suicidio de la víctima, se deben denominar acoso psicológico y ser considerados casos de psicoterrorismo. El acoso moral sumerge a la víctima en una espiral depresiva que puede acabar en suicidio. Para Hirigoyen, los casos extremos de acoso moral son asesinatos psíquicos. Permite desembarazarse de alguien sin mancharse las manos. Para el profesor Iñaki Piñuel y Zabala, el origen del acoso suele encontrarse en el modo en que la víctima resulta, por diferentes razones, una amenaza para el gang (grupo) que la acosa.
Las técnicas de acoso son soterradas y sutiles: palabras, miradas, insinuaciones, mentiras, difamaciones, etc. El acosador impone su voluntad (de forma continuada y progresiva), tergiversando la situación desde una posición de fuerza: posee la verdad y el poder.


Las relaciones de acoso que establecen los perversos narcisistas se desarrollan en dos fases, primero la seducción y luego la violencia. El periodo de seducción puede durar años; Racamier lo llama "privación del seso" cuando explica el proceso de preparación y desestabilización que sufre la víctima, hasta acabar ésta perdiendo la confianza en sí misma.
La seducción se produce a través de un proceso de influencia y dominación. En este proceso de seducción en una sola dirección el perverso procura fascinar sin ser descubierto, a través de una conjura de la realidad y una manipulación de las apariencias.
El dominio se produce a través de tres ejes de control, que tienen un componente destructor, que anula el deseo y la especificidad de la víctima:
- Una acción de apropiación mediante el desposeimiento del otro;
- Una acción de dominación que mantiene al otro en un estado de sumisión y dependencia;
- Una acción de discriminación que pretende marcar al otro.



Según Hirigoyen, la violencia perversa es difícil de detectar por los testimonios externos y es negada por el agresor, que se niega a asumir su responsabilidad en el problema y culpa a la víctima. Para la psiquiatra esto constituye una violencia adicional, que recae sobre la víctima cuyo testimonio es despojado de credibilidad, lo que genera una violencia reactiva en ésta. La violencia del perverso es indirecta, no deja marcas físicas ni heridas pero si daños psicológicos que pueden ser de por vida. Esto constituye un tipo de acoso moral, es decir una repetición frecuente, intencionada, indirecta e invisible.

El agresor no pretende destruir a su víctima de inmediato. Su objetivo es someter y controlar: anular la capacidad de defensa y el sentido crítico, la capacidad de rebeldía. Trata de poner a los empleados en contra de la víctima (manipula al entorno para conseguir aliados entre los compañeros de trabajo, amigos y familiares o su silencio) para ejercitar su acoso. La eliminación de la víctima del acoso moral suele ser la forma habitual de culminar el proceso. 

Como vemos hablar de asesinato psíquico y de psicoterrorismo no es exagerar, más cuando estos mecanismos de desgaste y tortura mental están descritos y son bien conocidos pero a la Ley no le interesa reconocer ni penar.
Racamier

Fuentes: 
Wikipedia
El acoso moral, M-F Hirigoyen
agradecimientos:





lunes, 7 de agosto de 2017

Qué es el narcisismo



El término puede aludir a una serie de rasgos propios de la personalidad normal, pero puede también manifestarse como una forma patológica extrema como en algunos desórdenes de la personalidad (trastorno narcisista de la personalidad) en los que el individuo sobreestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación. En su uso coloquial la palabra designa un enamoramiento de sí mismo o vanidad basado en la imagen propia o ego. Este término fue descrito por Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, que lo tomó del antiguo mito griego.



 El relato más conocido sobre el mito de Narciso es el que Ovidio relató en su tercer libro de Las Metamorfosis en el año 43 a. C. La tragedia comienza a gestarse ya desde la concepción del niño Narciso, puesto que es fruto de la violación por parte del dios-río Cefiso a la náyade Liriope que engendró a un joven de espléndida belleza. Preguntado sobre si el recién nacido tendría una larga vida, Tiresias, el sabio capaz de predecir el futuro, contestó crípticamente «Sí, siempre y cuando nunca se conozca a sí mismo». A lo largo de su vida, Narciso va a provocar en hombres y mujeres, mortales y dioses, grandes pasiones, a las cuales no responde por su incapacidad para amar y para reconocer al otro. Tentado por Afrodita, al contemplar su imagen en el espejo de la superficie del agua, sintió una fascinación por su propia imagen de la que no pudo sustraerse. No podía tocar ni abrazar al ser que veía reflejado en el agua, pero tampoco podía apartar su vista de él. En otra versión del mito, uno de los menospreciados por Narciso se queja a los dioses y Némesis, la diosa de la venganza, se encarga de castigar su orgullo. De cualquier modo, Narciso, subyugado por la imagen de sí mismo que le devolvía el río, se retrajo de toda posible relación amorosa con otros seres, e incluso de atender sus propias necesidades básicas, y su cuerpo se fue consumiendo para terminar convertido en la flor narciso, una flor tan hermosa como maloliente. 

La personalidad narcisista se caracteriza por un patrón grandioso de vida, que se expresa en fantasías o modos de conducta que incapacitan al individuo para ver al otro. Para los narcisistas el mundo se guía y debe obedecer a sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles e infalibles. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a él o ella, deben ser vistas con admiración. Hay en el Narcisista una inagotable sed de admiración y adulación. Esta necesidad lo incapacita para poder reflexionar tranquilamente y valorar serenamente la realidad. Vive más preocupado por su actuación, en cuanto al efecto teatral y reconocimiento externo de sus acciones, que en la eficacia real y utilidad de las mismas. Las personas narcisistas, aún cuando puedan poseer una aguda inteligencia, ésta se halla obnubilada por esa visión grandiosa de sí mismas y por su necesidad de reconocimiento. Muchas personas, pudiendo ser exitosas, productivas y creativas, someten su vida a aduladoras mediocridades. Cuando los narcisistas ejercen posiciones de poder se rodean de personas que, por su propia condición, son inferiores a él o ella, y de otras que le harán la corte solo en función de un interés mezquino. 
Caravaggio

El narcisista es una persona que puede ser muy exitosa, en cuanto al brillo externo se refiere. No se plantea dudas en cuanto a la realidad de sus ideas, sean éstas brillantes o no. Así vemos cómo personas con una inteligencia mediocre y una cultura pobre, escalan posiciones sorprendentes; para ellas el recapacitar no existe. Aún las más insulsas ideas son expresadas con un espíritu mesiánico, se enamoran de las ideas de otros y las hacen propias sin la más mínima consideración moral ni ética. Así logran capitalizar a una horda de Narcisistas depresivos que creen, ingenuamente en la verdad expresada por el pseudo-maestro. Ellos lo seguirán fielmente, no importa cuán errado esté: "Sobre la pena duermo solo y uno, pena es mi paz y pena mi batalla, perro que ni me deja ni se calla, siempre a su dueño fiel pero importuno", escribe Miguel Hernández, retratando esta personalidad del narcisista depresivo, marcada por la tristeza derrotada, que busca alguien en quien creer, alguien en quien confiar el remedio a sus miserias. De estas melancólicas soledades esperanzadas se nutre el Narcisismo. La simbiosis se completa con la satisfacción a medias, con un hueco de hambre y sed, que nunca se llega a colmar.

El recurso de la mitología nos brinda la imagen para la comprensión de la conducta y el mito de Narciso es concluyente en la terrible frase del oráculo: «El niño tendrá larga vida si nunca se observa a sí mismo». Así, en la no reflexión, es donde puede sobrevivir este personaje. Sin embargo, Narciso, en castigo a su ser desalmado, es transformado en una planta que da unas flores muy bellas, de olor nauseabundo y estéril de fruto. El mito nos dice que en este tipo de personas hay, a pesar de su apariencia, algo que huele muy mal.

Los narcisistas, pues, son sujetos arrogantes y muy sensibles ante cualquier tipo de rechazo o desprecio, siendo incapaces de reconocer y respetar los sentimientos ajenos. Para los narcisistas es más importante APARENTAR que SER (Esbec y Echeburúa, 2010). Un verdadero narcisista carece de las cualidades internas necesarias para tener y desarrollar relaciones sanas con el resto de personas como es la empatía, una conciencia moral, una relación de confianza y la capacidad de ser una “autentica persona” con otro ser humano.

1.- El narcisismo se alimenta fundamentalmente de la constante necesidad de admiración por parte de los demás, de la incapacidad para conectar emocionalmente con otras personas (empatía) junto a una autoestima muy vulnerable a las críticas. Tienen sentimientos de importancia y grandiosidad (imaginarios o en su forma de comportarse en la sociedad) fantasías de éxito, exhibicionismo, y una gran necesidad de explotación interpersonal. Exageran hasta límites extremos sus logros y sus capacidades sintiéndose superiores e importantes.
2.- Se presenta ante los demás como la persona más interesante del mundo. En un principio puede “deslumbrar” con la gran confianza que demuestra en sí misma, con su gran inteligencia y con todas las historias que cuenta sobre sus logros y su posición profesional y social. De cara a los demás puede parecer una persona bastante divertida y con cierto magnetismo, siendo así el centro de atención, pero esto solo es fachada: se trata de un ardid para satisfacer esa necesidad patológica de admiración que tanto necesita. Si ahondas un poco en sus historias, descubrirás que son exageradas o incluso son falsas.
3.- Necesitan y esperan una atención especial de los demás, como la mejor mesa en un restaurante o que se les aloje en el mejor hotel o aparcar ante un lugar al que van a acudir aunque esto sea ilegal. Necesitan además estar asociados y vinculados solo con personas especiales y de alto estatus social y profesional.
4.- Son personas con una gran falta de autoestima, de modo que sus vidas están “creadas” para ocultar sus debilidades y así darlas un sentido de poder y éxito. Muchas veces utilizan los insultos como argumentos y los comentarios despectivos sobre el comportamiento y apariencia de los demás con la única intención de seguir sintiéndose superiores y poder así encubrir su gran complejo de inferioridad en muchos aspectos.
5.- Emocionalmente sufren importantes variaciones en su estado de ánimo, mostrando ira y envidia, sobre todo cuando se encuentran con otras personas de éxito. Establecen relaciones muy superficiales con los demás, tienen una gran dificultad para enamorarse y frecuentemente tienen problemas con los compañeros de trabajo.
6.- Absolutamente todo gira alrededor de su persona y están tan preocupados por ellos mismos que carecen de sensibilidad y compasión por otras personas. Tienen una conducta arrogante y distante, dominando en las conversaciones y llegando a ser tan impacientes que a menudo aparecen ante los demás como personas agresivas. Se muestran indiferentes ante los derechos de los demás aprovechándose de ellos, mintiendo para crear y mantener sus ilusiones y mostrando una simpatía exagerada con el único fin de alcanzar sus objetivos a cualquier precio.
7.- Solo aprueban a terceros cuando estos giran alrededor de su órbita, cuando estos les refuerzan positivamente a base de halagos, cuando son sus admiradores y ratifican así su auto percepción de su propia valía.
Wyatt y Hare (1997) establecen: “Clínicamente hablando, cualquier persona socialmente disfuncional que se siente autorizada a usar su poder para controlar a otras personas por las que se siente amenazada, o que vive una fantasía pretenciosa, en lugar de en la realidad y que se ve a sí misma consistentemente como superior a sus compañeros y anhela ser reconocido como tal, reúne los requisitos del denominado trastorno narcisista de la personalidad”.



S ha comprobado que los narcisistas muestran una gran versatilidad criminal: delitos contra las personas (homicidios y asesinatos) delitos sexuales, estafa , falsedades y violencia de género. En todos los casos su motivación final es tratar de mantener un estatus que el sujeto creer tener o bien es una respuesta a una “herida narcisista” (ataque personal a su ego). En el caso de los delitos contra la libertad sexual, su exagerada autoestima, su convicción de ser físicamente muy atractivos, su aparente superioridad y vulnerabilidad a cualquier ataque a su ego, pueden ser factores que están en la base de la herida narcisista que les produce cualquier percepción de rechazo. Los motivos de agresión a su pareja o ex pareja no suelen corresponder a celos o deseos de control sino a la intolerancia a aceptar el rechazo o abandono por parte de sus parejas, no por el miedo a perder el vínculo afectivo.
En su libro Desórdenes de la personalidad en la Vida Moderna, Theodore Millon y Roger Davis afirman que el narcisismo patológico está reservado a «los nobles y los ricos», y que «parece haber ganado prominencia sólo en el siglo XX». De acuerdo con ellos, el narcisismo podría estar asociado con niveles superiores en la escala de necesidades de Maslow. Según ellos, «los individuos de naciones menos adelantadas... están demasiado ocupados tratando (de sobrevivir)... para comportarse de una forma arrogante y grandiosa». Sin embargo, en opinión de Sam Vaknim ("Malignant self-love") el narcisismo es un fenómeno ubicuo debido a que cada ser humano, independientemente de la naturaleza o la cultura, desarrolla un narcisismo sano tempranamente en su vida. El narcisismo sano se convierte en patológico cuando se produce el abuso, y el abuso es un comportamiento humano universal. Por "abuso" entiende el rechazo a reconocer las fronteras emergentes del individuo.

Waterhouse

Las personalidades narcisistas parecen haber proliferado en las últimas dos décadas, reflejando lo que algunos estudiosos han llamado la “generación del yo” en el contexto capitalista norteamericano. La obra del pensador norteamericano marxista, Christopher Lasch, publicada hace casi 25 años, “La cultura del narcisismo” afirma que el narcisismo sería el principal síntoma del declive y crisis del capitalismo. El hombre psicológico actual sería el producto final del individualismo burgués. Esto daría lugar al espíritu competitivo y el excesivo individualismo, a la cultura de la diferencia que separa y enorgullece a una elite, el desarrollo de lo propio o privacidad, la incapacidad para aceptar la vejez o la limitación humana y la necesidad de éxito y reconocimiento que se observa en las relaciones tanto comerciales como privadas. A esto podemos añadir la legitimación de las guerras para defender lo “propio”, sean creencias, dioses o concepto del bien y del mal.
En su ensayo ”Narcisismo: epidemia de nuestro tiempo”, José Luis Trechera afirma que “el narcisismo no es un fenómeno exclusivo del modo de vida estadounidense. La postmodernidad ha reforzado el modelo de hombre narcisista. En Europa se ha producido la segunda revolución individualista, se ha suplido la ética por la estética; de la implicación y compromiso personal se ha pasado a la sociedad del contrato temporal, del gran fragmento (grandes valores) se ha desembocado en el pequeño fragmento. (…) Ante la carencia de un proyecto universal, el hombre occidental se refugia en la subjetividad, en la esfera privada y en el culto a la individualidad. Cada sujeto es el centro del mundo y del universo. Nuestra civilización occidental se caracteriza por perder de vista las necesidades del otro. A pesar de tener miles de ventanas para observar el entorno, no capta la realidad externa. Por tener una anestesia social, vemos los hechos sin que nos afecten o interpelen. Es una cultura del yo en primer lugar.” 


Fuentes: Wikipedia

miércoles, 2 de agosto de 2017

Verdades y mitos en torno a la zoofilia


Por norma general el objeto de deseo o aquello por lo que nos sentimos atraídos es un ser humano con suficiente capacidad y madurez física y psíquica como para establecer relaciones. Sin embargo, existen personas cuya vivencia de la sexualidad incluye un objeto de deseo atípico, en algunos casos incluso ilegal y dañino para sí mismo o para otros. Dentro de este grupo podemos encontrar a las personas que mantienen relaciones sexuales con seres vivos de otras especies animales diferentes a los humanos: personas que practican la zoofilia. La zoofilia implica una vulneración de los derechos de los animales y una gravísima falta de respeto hacia éstos. El concepto de zoofilia vino a sustituir el concepto de bestialidad que se utilizaba con más frecuencia en sus orígenes.
Se trata de una relación que parte de unas condiciones de desigualdad, ya que la persona es consciente y responsable de sus actos, sin embargo, el animal no humano no puede expresar su voluntad u oposición al acto sexual, y normalmente es forzado también mediante castigo físico, psíquico u otras formas de maltrato.
Desde siempre se han proyectado las fantasías zoofílicas en la pornografía

La violación (no existen las relaciones sexuales consentidas con no humanos; siempre es violación) a un animal puede provocar la transmisión de enfermedades de transmisión sexual tanto en el humano como en el no humano, como el linfogranuloma venéreo. También pueden provocarse durante el acto lesiones físicas graves, fracturas, hemorragias, así como alteraciones conductuales y traumás y por supuesto la muerte de la víctima por causa de las lesiones.
Si bien no se conoce su prevalencia exacta (quienes tienen una parafilia no suelen admitirla),  la zoofilia o trastorno catalogado como "parafilia no especificada" no es frecuente en la población general.
Se dice que las prácticas zoofílicas suelen darse en zonas aisladas y de difícil acceso, generalmente en ámbitos rurales. En este tipo de ambientes el contacto humano puede llegar a estar muy limitado, mientras que el acceso al ganado y otros animales es relativamente sencillo ( como si esto lo justificase). Esta es una de las características comunes entre las personas con zoofilia: la soledad y el aislamiento. Otra característica común en estos sujetos es la presencia de un bajo nivel de habilidades sociales, que provocan un elevado nivel de frustración.
Pony, oranguntana prostituida

Es destacable que buscando información sobre la zoofilia siempre se trata al violador de animales no humanos como "paciente" y que además se le intenta justificar de alguna manera, como en el párrafo siguiente:
"Si a todo ello se le añade la unión emocional que existe entre un animal doméstico o de granja y su dueño o la persona que le cuida, es posible que la persona sienta una conexión especial que puede derivar en un principio de deseo sexual, e incluso humanizar al animal. Esta teoría se vería apoyada en este caso. Además, muchos individuos con este problema indican que los animales les otorgan un mayor nivel de afecto y lealtad que otras personas".
Podemos ver incluso que los violadores de no humanos no sienten remordimientos ni mala conciencia por lo que hacen, intentando justificarse:  "Muchos de estos pacientes consideran que con las prácticas zoofílicas no hacen daño a nadie, equiparando su situación a la de otros colectivos históricamente perseguidos, alegando una supuesta incomprensión basada en prejuicios. Sin embargo, en el caso de la zoofilia los animales en cuestión no tienen la capacidad de dar o negar el consentimiento a la cópula, con lo que en la práctica la zoofilia supone una violación a éstos".


Burrito violado y apaleado en Almería

Se han presentado estudios que avalan que las personas violentas o con delitos sexuales, en un gran porcentaje, han tenido prácticas zoofílicas. En ocasiones combinan sus prácticas violentas o de abuso entre personas y animales. Por ejemplo abusar sexualmente de un animal de compañía para extorsionar o maltratar a la persona con la que tiene más afecto el animal: un niño, su mujer, etc. No está claro por qué, pero es manifiesto, que se produce mayoritariamente en hombres. (yo añado: porque los delitos de violencia y abuso sexual son mucho más frecuente en hombres en todas las sociedades y épocas).
Es más, sostienen que la investigación apunta a que la comisión de un acto de zoofilia podría ser un indicador conductual que alerte sobre delitos de violencia y delitos sexuales contra humanos. En concreto, los estudios científicos expuestos por CoPPA indican que la zoofilia se encuentra con mayor frecuencia entre los delincuentes violentos y sexuales. "Demuestran niveles muy altos de actos de zoofilia en los individuos que cometen crímenes sexuales contra humanos". De hecho, ponen de ejemplo un estudio con presidiarios que reveló que el 30% de los violadores, el 59% de quienes abusaron sexualmente de niños y el 81% de los delincuentes sexuales no selectivos había incurrido en actos de zoofilia.
Según los datos, sostienen que los delincuentes sexuales que incurren en el abuso sexual de animales son "más proclives" que otros delincuentes sexuales a presentar mayor violencia en sus agresiones y delitos sexuales; más modelos de agresión y un abanico más amplio de tipos de víctimas; mayor número de víctimas; además de mayor riesgo de reincidencia.  Hay además numerosos estudios que evidencian casos donde los actos de zoofilia se combinan con otras agresiones y son utilizados por maltratadores de mujeres y menores como parte de su victimización, especialmente en el contexto de la violencia intrafamiliar.


CoPPA agrega también que se ha podido documentar cómo en algunos casos el maltratador se sirve del abuso sexual a un animal de compañía, por ejemplo de un menor o de una mujer, para amenazar, intimidar o silenciar a quienes sienten afecto por ese animal. También dicen que se han documentado casos de violación de mujeres y niños con el uso de un animal, y casos de maltratadores que han adiestrado a perros para actos sexuales, combinando estos incidentes con otras agresiones físicas y emocionales a sus víctimas humanas. "Las propuestas formuladas por CoPPA a los miembros de la Comisión de Justicia para modificar el Código Penal están fundadas en los conocimientos científicos y en la tipología de actos específicos, e incluyen disposiciones para la inhabilitación para la tenencia de animales, la penalización del proxenetismo con animales y la producción de zoo-pornografía" ( diario El Mundo).

Hasta aquí exponemos los hechos, es decir, lo que dicen la ciencia y los expertos en psicología, criminología, leyes, sexología, etc... A partir de aquí veremos el mito o lo que dice quien pretende justificar su odio hacia los animales no humanos a través de su falta de compasión y de ética.
Veamos este extracto recogido de un blog de un protaurino, misógino, homófobo y pseudopsicólogo que de forma un tanto torpe pretende vincular el respeto y la empatía hacia los no humanos con algo aberrante a nivel sexual: "De hecho, todas las formas de neurosis hacia los animales indican algún tipo de carencia. La mujer soltera, el matrimonio sin hijos, el gay desengañado del mundo gay o periódicamente desengañado de su compañero periódico, tienen una tendencia a proyectar sobre su mascota todo el amor y el cariño que no pueden proyectar a otro ser...  Una decepción profunda, especialmente en la juventud, puede determinar nuestro comportamiento futuro. Universalizar el daño que alguien nos ha podido hacer a todo lo que camine erguido sobre las piernas parece excesivo, y mucho más excesivo transferir nuestro exceso de cariño a una mascota que ni entiende de amores ni de cariños sino solamente de instintos. Determinadas parafilias suscitan tanto ironías como conmiseración, a partes iguales. Si la vida te ha llevado a que tus orgasmos dependan de un caniche o de la lengua de un Alaska Malamute, menuda vida sexual más triste y decepcionante".

Perrita violada
Puede ser que creamos que este pensamiento de cavernícola no sea representativo ni merezca mayor atención, pero por desgracia vivimos en un entorno de cavernícolas de pensamiento sexocéntrico que siguen creyendo que las mujeres solteras que viven con un perro o un gato los utilizan para tener orgasmos. Esto es así, porque lo he oído ya varias veces y para más inri de mi entorno próximo. El mito tremendamente machista, especista y sobre todo repugnante y bárbaro de que una mujer que vive sola necesita satisfacer su sexualidad a expensas de su compañero no humano sigue pululando por las mentes mugrientas de la España profunda ( pensemos en la leyenda urbana de la chica del perro y el tarro de mermelada y la sorpresa con Ricky Martin) . Porque querer a un ser de otra especie de forma desinteresada sin la finalidad de obtener de él comida, piel, leche o sexo es algo impensable para quienes son incapaces de la compasión y la empatía más elementales. 
El hecho de que haya desviados que se justifican en el vínculo de afecto con un animal para cometer violaciones no apoya en absoluto la hipótesis de que toda persona que tenga un vínculo de afecto con un no humano sea una violadora potencial. Sólo apoya que la persona que dice eso es una perversa sin empatía ni ética y que proyecta sus fantasías zoofílicas en otras personas más compasivas para intentar justificarse a sí mismo.



Fuentes:

CoPPA
via Definicion ABC https://www.definicionabc.com/salud/zoofilia.php
diario El Mundo
http://infokrisis.blogia.com/2008/101103-psicopatologia-del-amor-a-los-animales