viernes, 29 de enero de 2016

Ni aun sé lo que creo

Rima VIII

Cuando miro el azul horizonte 

perderse a lo lejos, 

al través de una gasa de polvo 

dorado e inquieto, 

me parece posible arrancarme 

del mísero suelo 

y flotar con la niebla dorada 
en átomos leves 
cual ella deshecho. 



Cuando miro de noche en el fondo 

oscuro del cielo 

las estrellas temblar como ardientes 

pupilas de fuego, 

me parece posible a do brillan 

subir en un vuelo 
y anegarme en su luz, y con ellas 
en lumbre encendido 
fundirme en un beso. 



En el mar de la duda en que bogo 

ni aun sé lo que creo; 

sin embargo estas ansias me dicen 

que yo llevo algo 

divino aquí dentro.



A todos nos gustaba Bécquer y pasamos ratos muertos releyendo sus rimas en la adolescencia en los libros de literatura del instituto. A mí siempre me llamó la atención esta rima, y sus enigmáticos últimos versos. ¿A qué se refería el autor? Yo me resistía a creer que hablara de dios un poeta como él, a quien veía tan rompedor, tan poco convencional para su tiempo. ¿Acaso se refería a su don para la poesía? Quién sabe. 
Cuando leo estos versos me transporto a las aulas de BUP, a esas mañanas soñolientas y a esas preguntas sobre la vida... qué poco sabía y qué poco sigo sabiendo... sigo bogando en ese mar de la duda, y espero no dejar de hacerlo.




lunes, 25 de enero de 2016

El mundo es ansí

"¡El mundo es ansí! Con mucha frecuencia me acuerdo de aquel escudo del pueblo y de su concisa leyenda. La vida es esto; crueldad, ingratitud, inconsciencia, desdén de la fuerza por la debilidad, y así son los hombres y las mujeres, y así somos todos."
("El mundo es ansí", Pío Baroja, 1912)





Sacha Savarov, la protagonista de la novela de Pío Baroja pasa de ser una joven idealista que emplea sus fuerzas en convertir al mundo en un sitio más justo a darse cuenta que ese mundo es un lugar sórdido y terrible por el que no merece la pena luchar.
También se hace consciente de que todos en esta vida, tarde o temprano, consciente o inconscientemente, dañamos a otros, al igual que sufrimos los desaires y las injusticias del comportamiento de otras personas. Ninguno nos libramos de sufrir y de generar sufrimiento, porque nuestros actos siempre tienen consecuencias sobre los otros que muchas veces no hemos calculado ni sospechado.
Eso le pasa a Sacha. Sufre y hace sufrir,el mundo es ansí. 
Y como ella dice, no se puede no vivir. Hay que seguir adelante a pesar de todo, o precisamente porque las cosas son así. Vivimos, actuamos, dañamos, somos dañados, pero mientras seamos conscientes de que el mundo es ansí y de que nadie es perfecto, ni mucho menos nosotros mismos, iremos aprendiendo a ser más tolerantes con los errores de los otros, con los propios, a sufrir menos, a ir viviendo.
Porque la vida es crueldad, ingratitud, inconsciencia, desdén de la fuerza por la debilidad y también ir viviendo.



martes, 19 de enero de 2016

Ridi, Pagliaccio

Vesti la giubba e la faccia infarina. 
La gente paga e rider vuole qua. 

E se Arlecchin t'invola Colombina 
ridi, Pagliaccio e ognun applaudirà! 
Tramuta in lazzi lo spasmo ed il pianto; 
in una smorfia il singhiozzo e 'l dolor... 

Ridi, Pagliaccio, sul tuo amore infranto, 
ridi del duol che t'avvelena il cor!



(Ponte el traje / y la cara enharina./ La gente paga y quiere reírse / y si Arlequín te birla a Colombina,/¡ríe, Payaso, y todos te aplaudirán!/ Muda en pantomimas la congoja y el llanto;/ en una mueca los sollozos y el dolor. ¡Ah!/¡Ríe, Payaso,/ sobre tu amor despedazado!/¡Ríe del dolor que te envenena el corazón!)



Este aria de la ópera "Pagliacci", de Leoncavallo, me ha resultado siempre bastante insufrible. El protagonista, un actor de la Commedia dell´Arte que representa el papel del marido cornudo, es en la vida real un marido engañado por su esposa, Nedda, precisamente la Colombina que sobre las tablas se burla de él junto con su amante.
Canio se lamenta de esta ironía, de que sobre el escenario se repita lo que ocurre en su propia vida y de tener que soportar las risas de los espectadores sin inmutarse. No puede aguantar el despecho y la humillación de que su mujer le sea infiel. Esta ópera se centra en el punto de vista del doliente marido engañado y humillado, que al final asesina a la mujer y a su amante. 
Nadie habla de la adolescente que se ve forzada a casarse con un hombre extraño y que comete el error de enamorarse de un joven de su edad. Esa es la auténtica tragedia aquí, porque ella es la que muere junto con el hombre que usurpa la propiedad ajena del marido, ella es la que es tratada como una cosa en una sociedad profundamente machista que no le permite elegir qué ser ni cómo vivir,  
Ese marido no me da pena, ese aria no me conmueve. Si el dolor te envenena el corazón, Pagliaccio, aléjate con tu amargura y déjala vivir.




lunes, 18 de enero de 2016

De lapsus e indecencia

De las anécdotas memorables que nos ha dejado la política reciente en este país la que más divertida me parece es el lapsus del presidente del gobierno en funciones en un debate televisivo. El otro candidato lo acusaba de ser un indecente, y Rajoy, todo indignado y acalorado le contestó a Sanchez "es usted ruiz". Creo que todos tenemos esta escena en la mente, y que todos nos hemos reído por lo absurda y ridícula.
¿Pero, por qué Mariano dijo "ruiz" en lugar de "ruin"?


No es mi intención hacer un análisis político del debate, simplemente reflexionar sobre el lapsus linguae de Rajoy. Es un momento de gran presión psicológica, al menos para cualquier persona lo sería, lo están acusando de falta de decencia, y en ese momento sus defensas psicológicas se desmoronan. Lo vemos perder la compostura e insultar a su oponente, pero por algún motivo se deja a sí mismo en ridículo diciendo una palabra absurda en lugar de una ofensa.
Freud nos diría que en un momento de conflicto psíquico aflora lo reprimido, ¿qué es"ruiz"? Desde luego no es "ruin"... tal vez, aunque sea en lo más recóndito de su psique, Rajoy no se siente con la autoridad moral de llamar ruin a nadie porque sabe que él es un indecente. Y por eso su inconsciente lo traiciona regalándonos ese "ruiz" tan bien traído por su lado absurdo.


martes, 12 de enero de 2016

¡Levántate y anda!

Del salón en el ángulo oscuro, 
de su dueño tal vez olvidada, 
silenciosa y cubierta de polvo 
veíase el arpa. 

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas, 
como el pájaro duerme en las ramas, 
esperando la mano de nieve 
que sabe arrancarlas! 

¡Ay! -pensé-. ¡Cuántas veces el genio 
así duerme en el fondo del alma, 
y una voz, como Lázaro, espera 
que le diga: «Levántate y anda!»





Siempre me ha gustado la rima VII de Bécquer porque es bonita, porque me gusta imaginar ese arpa arrinconado y polvoriento y porque resulta interesante la idea de una belleza o un genio esperando a ser despertado, como las notas en las cuerdas.
Es un gran error esperar a que vengan a despertarnos. Tengamos genio o no, hay momentos en la vida en que sentimos que sin el impulso de unas palabras de aliento o una mano amiga que se tienda hacia nosotros, no podremos reunir las fuerzas para seguir adelante.
Puede que nos ocurra como al arpa olvidado por su dueño y nos quedemos esperando en un rincón cogiendo polvo. Se acordarán del arpa o tal vez no, no lo sabemos. 
Otra opción es asumir que no vendrá nadie y seguir adelante por uno mismo. Aunque sea un camino solitario y doloroso. Pero será tu propio camino.