viernes, 24 de febrero de 2017

Sol de invierno, verdinosa piedra

Sol de invierno

Es mediodía. Un parque. 
Invierno. Blancas sendas; 
simétricos montículos 
y ramas esqueléticas. 
Bajo el invernadero, 
naranjos en maceta, 
y en su tonel, pintado 
de verde, la palmera. 
Un viejecillo dice, 
para su capa vieja: 
«¡El sol, esta hermosura 
de sol!...» Los niños juegan. 
El agua de la fuente 
resbala, corre y sueña 
lamiendo, casi muda, 
la verdinosa piedra.


Antonio Machado Soledades, Galerías y otros poemas (1899-1907).

Pájaro del agua, ¿por qué cantas?


Pájaro del agua
¿qué cantas, qué encantas?

A la tarde nueva
das una nostalgia
de eternidad fresca,
de gloria mojada.
El sol se desnuda
sobre tu cantata.

¡Pájaro del agua!

Desde los rosales
de mi jardín llama
a esas nubes bellas,
cargadas de lágrima.
Quisiera en las rosas
ver gotas de plata.

¡Pájaro del agua!

Mi canto también
es canto de agua.
En mi primavera,
la nube gris baja
hasta los rosales
de mis esperanzas.

¡Pájaro del agua!

Amo el son errante
y azul que desgranas
en las hojas verdes,
en la fuente blanca.
¡No te vayas tú,
corazón con alas!

Pájaro del agua
¿qué encantas, qué cantas?


Juan Ramón Jiménez, Baladas de primavera, 1907





Las baladas de primavera fueron gestadas en un paréntesis de tranquilidad y sosiego proporcionado por la experiencia de la primavera de 1907 y el reencuentro con el amor (Blanca Hernández Pinzón).
El poeta, tras su estancia en Madrid en un sanatorio por una depresión, vuelve a su pueblo natal y se reeencuentra con la autenticidad de la naturaleza, la sencillez de las relaciones en la vida del campo y su obra y su pensamiento experimentan un cambio.
Siempre en busca de la belleza absoluta, de la poesía y del espíritu que él intenta fundir con su lirismo.


jueves, 16 de febrero de 2017

Pasivo-agresivos posmodernos

Todos hemos escuchado e incluso empleado el término "pasivo-agresivo", y muy posiblemente también nos hayan acusado de serlo. Al parecer, es un estilo de comunicación y una actitud muy habitual de los tiempos que vivimos, lo cual es fácilmente comprensible si echamos la vista atrás y repasamos un poco la historia y el concepto de lo pasivo-agresivo.

El término  fue utilizado por primera vez por los militares norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando psiquiatras militares notaron el comportamiento en soldados que mostraban resistencia pasiva y eran reacios a cumplir órdenes. El comportamiento pasivo-agresivo se refiere a la resistencia pasiva u obstruccionista a instrucciones autoritarias en situaciones interpersonales o laborales. Se puede manifestar como resentimiento, terquedad, desidia o el fracaso intencionado en realizar las tareas requeridas. 

El término "agresivo" hace referencia a la agresión encubierta que subyace generalmente en estas personas, y que expresan indirectamente a través de su resistencia (pasividad) a colaborar o cumplir un papel dentro de su familia o de la sociedad. No obstante, no se suele evidenciar abiertamente esta conexión entre su pasividad y un auténtico resentimiento hacia determinadas personas o hacia la sociedad en general.
El pasivo-agresivo nunca reconoce que tiene la culpa de que las cosas le salgan mal ni de que hace algo para que los otros se sientan molestos. Jamás se muestra abiertamente desafiante; su manera de actuar es tan pasiva, tan indirecta, que así elude la responsabilidad. Para estas personas, acceder a los deseos de otro equivale a someterse. Y la sumisión, para su identidad frágil, es sinónimo de humillación.
Se trata de personas que llevan dentro mucha rabia y al mismo tiempo se sienten muy desprotegidas.¿Qué hacen con toda esa hostilidad? Tienen miedo de ser agresivos con los otros, de quienes tanto dependen.
Entonces recurren a una conducta de oposición, que expresa sus sentimientos agresivos de una manera disimulada, pasiva. Así, todo lo que les sucede es siempre culpa de los demás, no de ellos.
Se listó como un trastorno de personalidad en el DSM-III, pero fue finalmente movido al Apéndice B del DSM-IV debido a la controversia y a la necesidad de mayor investigación sobre cómo categorizar los comportamientos en una futura edición. En ese punto, Cecil Adams escribe: "El simple hecho de ser pasivo-agresivo no es un trastorno sino un comportamiento; a veces éste es un comportamiento perfectamente racional, que permite evitar la confrontación. Sólo es patológico si es una respuesta habitual, invalidante, que refleja una actitud dominante pesimista".

Así, pues, vemos que mientras este comportamiento o más bien forma de estar en el mundo y de relacionarse con uno mismo y con los demás no afecte de forma grave a la vida de la persona, no se trata de una patología mental.
¿Quién no conoce a esa persona que genera una sentimiento de asco/pena y con la que no hay manera de acertar? Esa persona que sólo se queja de su terrible mala suerte y de lo mal que vive y que sin embargo no hace absolutamente nada por cambiar las cosas, que culpa a todos los demás de sus problemas, que agrede de forma velada, que nunca tiene una palabra amable, que se queja de que nadie le quiere pero no es capaz de amar, que pide de forma insaciable sin dar nada a cambio, ni siquiera las gracias, porque da por supuesto que todos están en deuda con ella. 
Esa persona que lo exige todo a cambio de nada.
Esa persona que nos están enseñando a ser en la sociedad de consumo.
Con derecho a todo y sin deberes para con los demás.

martes, 14 de febrero de 2017

carmina burana

"Cármina burana" significa, en latín, "canciones de Beuern"Carmĕn es poemacanto o cántico y burana es el adjetivo gentilicio que indica la procedencia: de Bura (el nombre latino del pueblo alemán de Benediktbeuern).
El original Cármina burana es una colección de cantos de los siglos XII y XIII, que se han conservado en un único códice encontrado en 1803 por Johann Christoph von Aretin en la abadía de Bura Sancti Benedicti (Benediktbeuern), en Baviera; en el transcurso de la secularización llegaron a la Biblioteca Estatal de Baviera en Múnich, donde se conservan.

El códice recoge un total de 300 rimas, escritas en su mayoría en latín (aunque no con metro clásico), algunas partes en un dialecto del alto alemán medio, y del francés antiguo. Fueron escritos hacia el año 1230, posiblemente en la abadía benedictina de Seckau o en el convento de Neustift, ambos en Austria.
En estos poemas se hace gala del gozo por vivir y del interés por los placeres terrenales, por el amor carnal y por el goce de la naturaleza, y con su crítica satírica a los estamentos sociales y eclesiásticos, nos dan una visión contrapuesta a la que se desarrolló en los siglos XVIII y segunda parte del XIX acerca de la Edad Media como una «época oscura». En los Cármina burana se satirizan y critican todas las clases sociales en general, especialmente a la corona y sobre todo en el clero. Las composiciones más características son las Kontrafakturen que imitan con su ritmo las letanías del antiguo Evangelio para satirizar la decadencia de la curia romana, o para construir elogios al amor, al juego o, sobre todo, al vino, en la tradición de los carmina potoria. Por otra parte, narran hechos de las cruzadas, así como el rapto de doncellas por caballeros.
La importancia de esta serie de textos medievales es que sencillamente es la más grande y antigua colección de versos de carácter laico del medievo (puesto que lo acostumbrado era realizar únicamente obras literarias religiosas).

A nivel musical Carmina Burana es una cantata escénica del siglo XX compuesta por Carl Orff entre 1935 y 1936, utilizando como texto algunos de estos poemas medievales de Carmina Burana
La obra se compone principalmente de versos en latín, aunque cuenta con fragmentos en alto alemán medio y provenzal antiguo. Su fragmento más conocido es el «O Fortuna», que constituye la primera parte del preludio y que se repite al final de la obra.
O Fortuna es un poema goliardo escrito en latín medieval, a principios del siglo XIII, que forma parte de la colección conocida como Carmina Burana. Está dedicado a Fortuna, diosa romana de la suerte cuyo nombre en itálico era Vortumna, que significa "la que rueda".

O Fortuna
velut luna,
statu variabilis,
semper crescis
aut decrescis;
vita detestabilis
nunc obdurat
et tunc curat
ludo mentis aciem,
egestatem,
potestatem
dissolvit ut glaciem.

Sors immanis
et inanis,
rota tu volubilis,
status malus,
vana salus
semper dissolubilis,
obumbrata
et velata
michi quoque niteris;
nunc per ludum
dorsum nudum
fero tui sceleris.

Sors salutis
et virtutis
michi nunc contraria,
est affectus
et defectus
semper in angaria.
Hac in hora
sine mora
corde pulsum tangite;
quod per sortem
sternit fortem,
mecum omnes plangite!
Oh Fortuna,
como la luna
variable de estado,
siempre creces
o decreces;
¡Que vida tan detestable!
ahora oprime
después alivia
como un juego,
a la pobreza
y al poder
lo derritió como al hielo.

Suerte monstruosa
y vacía,
tu rueda gira,
perverso,
la salud es vana
siempre se difumina,
sombrío
y velado
también a mí me mortificas;
ahora en el juego
llevo mi espalda desnuda
por tu villanía.

La Suerte en la salud
y en la virtud
está contra mí,
me empuja
y me lastra,
siempre esclavizado.
En esta hora,
sin tardanza,
toca las cuerdas vibrantes,
porque la Suerte
derriba al fuerte,
llorad todos conmigo.

martes, 7 de febrero de 2017

la bella durmiente

"La bella durmiente del bosque" es un cuento de hadas nacido de la tradición oral europea. Las versiones más difundidas son, en orden cronológico, "Talía, Sol y Luna", del italiano Giambattista Basile (Pentamerón, 1634), "La bella del bosque durmiente", del francés Charles Perrault, (Los cuentos de mamá gansa, 1697) y "Rosita de Espino o La Bella durmiente del bosque", de los alemanes Jacob y Wilhelm Grimm (Cuentos de la Infancia y el Hogar, 1812). En la actualidad, las versiones más populares suelen ser relatos basados en el cuento de Charles Perrault e influidos por elementos del de los Hermanos Grimm.


Edward Coley Burne-Jones

La más curiosa versión es la que Giambattista Basile plasmó en su obra “Pentamerone”y la que muchos reconocen como la primera versión del cuento. Describe cómo una princesa, Talía, que se pincha con una astilla envenenada, se sumerge en un sueño profundo y es abandonada en el bosque por su padre, que la cree muerta. Un príncipe que pasa por el lugar la viola y la deja embarazada de dos gemelos llamados Sol y Luna, que al nacer son cuidados por hadas. Un día uno de los gemelos mientras mama le extrae la astilla envenenada y la princesa despierta. El príncipe vuelve a pasar por allí y al encontrarla le confiesa que es el padre de sus hijos. Cuando la esposa del príncipe se entera de su aventura con la princesa pide al cocinero que degolle a los gemelos y prepare un guiso para su marido con las cabezas de sus propios hijos como castigo, pero el cocinero se apiada y sustituye a los niños por una cabra. El castigo designado a la princesa  Talía es el de ser quemada viva en una hoguera, aunque afortunadamente el príncipe la rescata y es la malvada esposa la que acaba pereciendo en el fuego. 

John Dickson Batten



A nivel estructural se establece una diferencia principal entre lo sucedido con “La Bella durmiente del bosque” de Perrault y la “Bella durmiente” de los hermanos Grimm, ya que del primer relato es posible identificar dos partes constitutivas (antes y después del matrimonio de la princesa y el príncipe), mientras que en el segundo todo termina con el despertar y la boda, que es la versión más conocida por todos nosotros. El número de hadas que ofrecen sus presentes a la princesa y el tipo de éstos varía según la adaptación; según Perrault eran siete las hadas que habitaban en el reino y lo entregado por cada una de ellas hacía alusión a cualidades femeninas resaltadas en su época como bailar, cantar, tocar instrumentos, mientras Los hermanos Grimm señalaban a trece hadas que se presentan ante la homenajeada con una serie de virtudes, entre las que se destaca principalmente la inteligencia. El beso en el encuentro del príncipe con la princesa aún dormida es un componente exclusivo de la obra de los Grimm, pues no está presente en el escrito de Perrault.


Bruno Bettelheim, en su obra "Psicoanálisis de los cuentos de hadas" prueba que estos relatos ayudan psicológicamente a los niños y niñas proporcionando "criterios de valor" desde un lenguaje alegórico, mítico y mágico, que no es otro que el de la propia infancia. Además indica que la estructura de estos textos convoca arquetipos de la esencia humana, que penetran adecuadamente en la mente infantil. Bettelheim afirma que mediante los cuentos de hadas los niños van conociendo, con alegorías adecuadas a su modo de aprehender el mundo, la cruda realidad de la vida.

Desde un enfoque psicoanalíticoBruno Bettelheim sostiene que el tema central de todas las versiones de la Bella durmiente es que los padres no pueden evitar el despertar sexual de sus hijos. El pinchazo simboliza la primera hemorragia menstrual, el sueño el período de maduración antes de estar disponible para una iniciación sexual oportuna y también el aislamiento narcisista que conlleva a que ésta no se produzca. El beso del príncipe es tal iniciación.
Edward Coley Burne-Jones


Las trece hadas del cuento son una representación de los 13 meses lunares en los que antiguamente se dividía el año, cada uno de 28 días al igual que el ciclo menstrual que según se creía aparecería a los quince años, edad en que la bella durmiente cae en el sueño de 100años. La sangre que emana del dedo de la princesa es producto del contacto con el huso durante el encuentro con una anciana mujer y primitivamente se llegó a pensar que la regla se heredaba de mujer a mujer. Aunque son muchos los príncipes que intentan llegar a la bella durmiente, antes de que trascurriera el tiempo necesario para su maduración, estos pretendientes perecen en el intento enredados en las zarzas que rodean el castillo. Esto ha sido interpretado como una advertencia que asegura que cualquier excitación sexual antes de que cuerpo y mente estén bien preparados suele ser destructiva.
Además de florecimiento sexual, los cien años de sueño eterno son entendidos como un periodo de lucha interna y reordenación de los pensamientos. El rey no acepta el irremisible proceso de metamorfosis de la princesa, pues intenta impedir que su hija se encuentre con un huso (rueca), palabra que en inglés designa también al sexo femenino. La reina en cambio se abstiene de entrometerse en la situación, bastante familiar por su condición.
John Collier




Por su parte, la crítica feminista ha tomado a la protagonista, condenada a la pasividad en espera de un hombre que la salve, como símbolo de la situación de la mujer en la sociedad patriarcal. Autoras como Hélène Cixous proponen la reescritura de todas estos cuentos tradicionales, ya que estos, en sus versiones clásicas,emanan de y perpetúan el sistema patriarcal. Ella misma incluso realiza una relectura del cuento clásico que implica menoscabar tal sistema en vez de reforzarlo. Según esta lectura el cuento evidencia a un hombre que necesita que la mujer sea una "muñeca", un ser bello pero manejable, ya que para apropiarse él de la actitud activa y de la posibilidad creadora le es preciso que la mujer esté "adormecida".
Y esta última interpretación es la que más pude satisfacernos hoy en día, teniendo en cuenta que la historia original es una violación que se resuelve con un "feliz matrimonio".

Victor Vasnetsov

blog literatura mágica, wikipedia

Donde habite el olvido

Casa en la que habitó el después exiliado Cernuda

Donde habite el olvido, 
En los vastos jardines sin aurora; 
Donde yo sólo sea 
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas 
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. 

Donde mi nombre deje 
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, 
Donde el deseo no exista. 

En esa gran región donde el amor, ángel terrible, 
No esconda como acero 
En mi pecho su ala, 
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. 

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, 
Sometiendo a otra vida su vida, 
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. 

Donde penas y dichas no sean más que nombres, 
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; 
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, 
Disuelto en niebla, ausencia, 
Ausencia leve como carne de niño. 

Allá, allá lejos; 
Donde habite el olvido.

Luis Cernuda

Este poema pertenece al libro al que le da nombre, Donde habite el olvido (1932-1933). El título del poema proviene de un verso de Béquer, de su Rima LXVI. Cernuda siempre fue fiel al surrealismo, pero en su obra encontramos también trazos románticos.  Nos presenta al poeta frente a la hostilidad del mundo y la figura del diablo, al poeta frente a la belleza juvenil y de la rebeldía moral.Cernuda se refiere a ese mismo lugar, donde el deseo no existe, como la única solución para aplacar un amor no correspondido. La muerte en esta ocasión es una herramienta donde poder descansar del ángel terrible que puede llegar a ser el deseo amoroso. La experiencia amorosa marcada por la insatisfacción, por el dolor y el fracaso, por la incomprensión. 

El autor del poema desea desvanecerse y poder escapar de la esclavitud del deseo, escapando a un lugar donde el amor no pueda herirle y donde la obsesión amorosa no pueda alcanzarle, donde quizás sea posible encontrar el paraíso perdido y sólo haya ausencia y olvido.




  RIMA LXVI
¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura;
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.

¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas;
en donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.


G.A. Bécquer



viernes, 3 de febrero de 2017

No hables de los muertos



Tú, que no estuviste con ellas,
que no las consolaste ni enjugaste sus lágrimas,
que te envaneces en tu ignorancia y en tu perversión,
no te atrevas a mencionarlas.

Tú que con tu actitud cómplice las dejaste morir
y tomaste parte en su calvario
y que aun así cuando te hablan de culpas te sientes víctima,
cállate.

Te ofendes cuando levantan el dedo acusador,
te molestas cuando la sospecha se vuelve hacia tí,
te resistes cuando la conciencia intenta despertar.
Cállate.

Pero cállate, cállate, cállate,
porque no sabes nada,
porque no tienes derecho a hablar,
porque tu boca es indigna de mencionar sus nombres.

Cállate, hipócrita.


A mi prima, que se atreve a hablar de alguien a quien dejó tirada.
No sabes nada. No tienes derecho a hablar por ella.
Cállate y piensa en lo que hiciste y en lo que no hiciste, hipócrita. Porque ella se fue muy disgustada contigo.

jueves, 2 de febrero de 2017

Don Álvaro el satánico

"¡Infierno, abre tu boca y trágame! ¡Húndase el cielo, perezca la raza humana; exterminio, destrucción!... " (Sube a lo más alto del monte y se precipita). 
Final de "Don Álvaro o la fuerza del sino", Duque de Rivas.


Al final de la obra del Duque de Rivas, Don Álvaro maldice a toda la especie humana a la que hace responsable de su sufrimiento y le desea la extinción.
Lo hace desde el egoísmo propio del antihéroe romántico que desafía las convenciones sociales por interés propio y fracasa. Se suicida en el colmo de la desdicha y en ese momento de frustración e ira supremos maldice a todos sus semejantes, a todos lo que se han opuesto a sus propósitos y a los que en su inmovilismo han favorecido que los villanos se hicieran con la suya.
El egoísmo lleva al deseo de destrucción y de muerte del otro, pues don Álvaro no es más que un pobre egoísta. Las normas sociales estrictas que le impidieron ser aceptado como un hombre de noble estirpe le vetaron el matrimonio con la mujer noble a la que amaba. Luchó por romper unas normas que personalmente le perjudicaban, no porque las considerase injustas con sus semejantes.


Lo curioso es que hay autores que consideran este final "satánico".
Las opiniones están muy divididas en cuanto el mensaje o significado interno de Don Álvaro. Unos enlazan el drama con la tragedia griega y ven en él la realización del hado ciego e implacable, irracional y absurdo. Partiendo de aquí, se ha podido interpretar la obra como existencialista: la vida no tiene sentido, es insoportable, la solución es el suicidio. Particularmente después de la Ilustración , algunas obras como El paraíso perdido, fueron tomadas por los románticos y descritas como la presentación del Satán Bíblico, una alegoría que representa la crisis de fe, el individualismo, el libre albedrío, la sabiduría y el progresismo. 
Otros encuentran en ella el cumplimiento de los designios de la Providencia cristiana. Álvaro sufre el horrendo castigo de la desesperación por haber obrado mal inicialmente, por no haberse sometido a los dictados de la sociedad y de su propia conciencia.
Sin quererlo así, su gesto es todo un desafío a la estructura social, cerrada para él, una afirmación de los derechos individuales más allá de las leyes y las costumbres. Don Álvaro ejemplifica de esta forma uno de los rasgos que, según Hegel, caracterizan la tragedia; la colisión entre personaje y sociedad. 

Es don Álvaro en su desafío a la Iglesia, a a dios, a la Humanidad, un satánico?
No, es un pobre  hombre herido en su orgullo y frustrado en sus pretensiones. Muero yo, mueran todos.