miércoles, 4 de noviembre de 2015

Miradas

Baco se pasa largos ratos mirándome fijamente. Puede resultar inquietante para quien desconozca la experiencia de ser mirado por un animal que te considera parte esencial de su propio universo. Pienso que es su forma de transmitirme que "está" conmigo de forma incondicional e indisoluble, que su mirada se posa en mí porque para él existo de una forma trascendental como una diosa omnipotente que lo alimenta y lo cobija, y tiene el poder de devolverle o no sus miradas amorosas. Hay una unión entre nosotros dos, dos animales, una Homo sapiens y un Felis catus. Una unión de las más especiales que he tenido en mi vida con otro ser vivo. Sé que puede sonar ridículo para algunos, triste para otros. No me importa. Porque no somos más que dos animales que se miran y se cuidan el uno al otro. Sólo eso. Tan grande como eso. 



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