lunes, 17 de abril de 2017

La sonámbula y el amor patriarcal

Ah,non credea mirarti           
si presto estinto, o fiore;           
passasti al par d'amore,            
che un giorno sol(o) duro.           

Potria novel vigore               
il pianto mio recarti        
ma ravvivar l'amore              
il pianto mio, ah no, non puo.      

La Sonambula, Ópera de V. Bellini, libreto de F. Romani

(Ah, no creí verte/ tan pronto extinta, oh, flor/ moriste a la vez que el amor/ que sólo un día duró/ Podría nuevo vigor/ el llanto mío devolverte/ pero reavivar el amor/ el llanto mío no puede )


En esta ópera la protagonista canta a lo efímero que es el amor del hombre que tanto dijo amarla y que por un malentendido la repudió y la rechazó.
Ese amor romántico y patriarcal que percibe a la mujer como una posesión del hombre, sumisa, callada, que debe dejarse matar antes que ser infiel. Ese amor que vale más que la vida, que completa a las mujeres más que a los hombres, que todo lo puede, que justifica el asesinato por celos.
A nuestra heroína, Amina, se le acerca el conde calenturiento y deseoso de abusar de ella, que está sonámbula, y la repudiada y humillada públicamente es ella, no el frustrado violador. El amantísimo prometido de Amina la rechaza, sí, menudo amor. Quédatelo para tí, machote. Ese amor no vale nada, porque es posesivo, es dominación, es cosificación.

Pero Amina, alienada, es perdonada y acepta el perdón de Elvino, su prometido, al saber por el conde abusador que es inocente, que sólo estaba sonámbula y que no sedujo al aristócrata a propósito.
El amor romántico triunfa.
Amina, querida, habrías ganado mucho más quedándote con la flor marchita, soltera, sin estar atada a un hombre celoso que va a dudar de tí cada vez que salgas sonámbula de tu habitación, cuyo amor por tí depende de tu belleza física y de tu sumisión y pureza. Él te será infiel pero su infidelidad no tendrá consecuencias, porque los hombres, claro, tienen sus necesidades, no como las mujeres, que estamos sólo para servir o adornar, como las flores.





No hay comentarios:

Publicar un comentario