martes, 28 de julio de 2020

Mal de muchos...

En esta época extraña de pandemia nos estamos viendo sometidos todos a ciertas circunstancias que nos afligen, que nos preocupan y sobre todo que han cambiado nuestro día a día.

Ya no existe la normalidad, existe la "nueva normalidad" y tenemos que vernos obligados a soportar la incomodidad de las mascarillas, el fastidio de no poder hacer ciertas cosas, ya no podemos aglomerarnos en las playas y en conciertos ni viajar con libertad a otros sitios del mundo. Por no hablar del temor y la incertidumbre ante la posibilidad de enfermar o de que haya una terrible crisis mundial que no sabemos aún hasta qué niveles nos puede afectar.

Y como es lógico todo esto nos afecta, nos preocupa y nos genera malestar. A todo el mundo en mayor o menor medida. Y ante eso podemos hacer 2 cosas: recurrir al famoso refrán "mal de muchos consuelo de tontos" o por el contrario intentar relativizar y empatizar con los que están aún peor que nosotros y así darnos cuenta de que al final la cosa no es tan terrible.


El citado refrán siempre me ha chocado bastante, porque creo que no es verdad. Los refranes normalmente aluden al sentido común y/o al sentir general del pueblo, por lo que como todo lo relacionado con lo humano a veces aciertan y a veces fallan. El problema es que los tenemos tan escuchados y tan grabados en nuestro inconsciente colectivo que los solemos dar por buenos aunque no acabemos de entenderlos muy bien.

Por eso decidí investigar sobre este refrán en concreto y esto es lo que he encontrado:

"Sbarbi comenta este refrán en su Gran Diccionario de Refranes: "Mal de muchos, consuelo de tontos. Nosotros añadiríamos: y de discretos. Niega que sea más llevadera una desgracia cuando comprende a crecido número de personas. Los que tienen contraria opinión dicen: Mal de muchos, consuelo de todos".

"José Mª Iribarren aclara que "lo de consuelo de tontos se añadió modernamente. Hace siglos se decía Mal de muchos, consuelo es o gozo es, proverbio mucho más razonable y más conforme con la naturaleza humana que el actual, porque, sin duda alguna, al afligido por una desgracia tiene que consolarle el que su sufrimiento sea compartido por otros muchos".

"Juan Eusebio Nieremberg, en su Epistolario (1649, epístola 24) dice: "Mal de muchos dicen que es consuelo, y el bien de pocos también es dicha".

(Iribarren, José Mª; El porqué de los dichos. Gobierno de Navarra. Departamento de Educación, Cultura, Deporte y Juventud. Novena edición. Octubre 1996, pág. 312)

Así pues, creo que en estos tiempos extraños y de incertidumbre que todos los humanos compartimos, es bueno que intentemos cambiar el dicho moderno por el antiguo, "mal de muchos, consuelo es o gozo es", o mejor, concretamente por "mal de muchos consuelo es". Porque es así, todos compartimos la misma desdicha y debería consolarnos saber que no estamos solos en ella, que a todos nos afecta y que no es un castigo o una maldición que le ha venido a uno para llevarlo solo a sus espaldas. 




https://www.fundacionlengua.com/es/mal-muchos-consuelo-tontos/art/156/  

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