lunes, 16 de noviembre de 2020

La charla banal

No a todo el mundo nos gustan las "conversaciones de café" o la charla banal, es decir, hablar del día a día, del tiempo, los amigos, de alguna anécdota o rumor con personas de nuestro entorno que tengan escasa importancia para nosotros (como vecinos, compañeros de trabajo, la persona que nos vende el pan, el familiar con el que no tenemos nada en común y que vemos una vez al año...). Para muchos es algo divertido y acentúa la complicidad. En el mundo anglosajón le dan mucha importancia a este tipo de encuentros dialécticos en los que se formulan preguntas retóricas con respuestas automáticas. Tanto es así que se han realizado diversos estudios para analizar en profundidad este peculiar fenómeno de interacción social que ellos llaman "small talk".



 Para algunos estas charlas nos resultan innecesarias, estúpidas o incómodas, mientras que otros parecen tener ese don de poder hablar de cualquier banalidad y mantener una cháchara insustancial sin límites con cualquiera. Lo cierto es que somos una especie social. Pasar el tiempo juntos en general nos hace más felices y crea una sensación de bienestar (de afiliación). Sin embargo, las conversaciones profundas donde se aborden seriamente los problemas y los sentimientos íntimos pueden contribuir más aún a nuestro bienestar. 

En realidad, las conversaciones triviales entendidas como un "olvidarse de los problemas" no siempre funcionan de forma tan eficaz como creemos, al menos no para todo el mundo. Hay personas a las que nos cuesta iniciar y mantener estas charlas ligeras, y hasta nos pueden resultar embarazosas y generarnos incomodidad y cierta sensación de estar fingiendo. Te sientes un poco impostora, forzando una sonrisa y un interés en algo y alguien que realmente no te interesa. Pero no se trata de que las personas más serias seamos malas personas o que no nos interesen los demás y sus vidas, sino que las charlas insutanciales nos dejan como una sensación de vacío y de desconexión. Parece que nos distancian más que acercarnos al otro y además suponen un esfuerzo.


 

Hablar con los demás implica socializar, y la socialización es un proceso que puede contribuir positivamente en nuestro bienestar. Pero el contenido de esas charlas también influye en el grado de bienestar que experimentaremos, por lo que la charla trivial no parece tan eficaz como la charla profunda. Las personas necesitamos encontrar sentido a nuestras vidas, y a través de tales conversaciones profundas podemos obtenerlo. De igual modo, las conversaciones profundas nos permiten conectar más íntimamente con los demás. Hablar del tiempo y de la tela del traje de flamenca está bien, pero lo que verdaderamente nos llena es hablar de sentimientos o de problemas íntimos.



Es lo que señalan los psicólogos Matthias Mehl (Arizona University) y Simine Vazire (Washington University at St. Louis) en un estudio publicado en Psychological Science en el que 79 participantes aceptaron llevar una grabadora durante 4 días a fin de registrar todas sus conversaciones cotidianas. Concretamente, el sistema de grabación (un EAR, Electronically Activated Recorder) funcionaba registrando lapsos de 30 segundos cada 12,5 minutos. Las grabaciones permitieron establecer cuánto tiempo se empleaba en actividades sociales, y también en el tipo de conversación que se mantenía. Tras clasificar las conversaciones entre profundas y triviales, se sometió a los 79 participantes a un cuestionario que evaluara su grado de felicidad. Los resultados mostraron una correlación positiva entre las puntuaciones de felicidad registradas en el cuestionario y el número de conversaciones profundas identificadas por los investigadores. En concreto, la persona más feliz según el cuestionario había mantenido un 46%, frente al 21% de conversaciones profundas de la persona menos feliz. Por el contrario, las conversaciones banales habían ocupado el 10% del tiempo de la persona más feliz frente al 30% del tiempo de la persona menos feliz.

Es decir, que para ser felices debemos pasar más tiempo conversando con los demás. Pero aún seremos más dichosos si dichas conversaciones no tienden a ser siempre meras fórmulas o diálogos ligeros e insustanciales que realmente no nos conectan con los demás.


https://definicion.de/banal/
https://www.xatakaciencia.com/psicologia/te-gusta-mantener-conversaciones-triviales-las-profundas-tambien-son-necesarias
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-09-15/social-conversaciones-intrascendentes-small-talk_2747195/

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