lunes, 7 de marzo de 2016

Cinismo

Según los filósofos cínicos, corriente que surgió en la Antigua Grecia en los siglos IV y III a.C, la civilización y la forma de vida que ésta conlleva son un mal, y la felicidad viene dada siguiendo una vida simple y acorde con la Naturaleza.  Mostraban un gran desprecio por las riquezas y por cualquier forma de preocupación material y pensaban que el hombre con menos necesidades era el más libre y el más feliz. Estos filósofos en general repudiaban las ciencias, las normas y las convenciones.
 La palabra "cínico" deriva del griego "perro", denominación atribuida a su frugal y descarado modo de vivir.
Hoy en día decimos que alguien es "cínico" cuando muestra "desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables" o "impudenciaobscenidad descarada", según el diccionario de la RAE. 



Dionisio de Sinope
No me extraña que una visión del mundo tan poco convencional como la de los cínicos haya terminado por convertirse en un sinónimo de ser un guarro y un mentiroso; es lo que suele pasar cuando alguien se vuelve contra el sistema, ahora y en la Antigua Grecia.
Realmente eran personas virtuosas, que pregonaban con el ejemplo y vivían de forma sencilla y modesta, hablaban de que los bienes materiales traían la infelicidad y el padecimiento a la vida de las personas y por eso ellos prescindían de los mismos, por lo que se tenía una imagen de estos filósofos de pordioseros y extravagantes.
Lo diferente resulta molesto, aquello que nos invita a pensar y a renunciar a nuestras comodidades mueve nuestro  más profundo egoísmo y nuestra ira, y como en un espejo proyectamos esos malos sentimientos en quienes nos despiertan esos incómodos cuestionamientos. Los guarros, los que traen el desorden, los malos son ellos.
Cínicos.


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