Las fuentes literarias de este mito grecorromano son fundamentalmente Las metamorfosis de Ovidio. Según cuenta la leyenda, Venus, diosa romana del amor (Afrodita es su nombre griego), nació de los genitales del dios Urano, cortados por su hijo Saturno y luego arrojados al mar. El título de la obra pictórica de Sandro Botticelli y los sucesores que retomaron el tema ( como Cabanel, Bouguereau, etc...) no es, por lo tanto, exacto, ya que el cuadro no representa el momento del nacimiento de la diosa, sino que muestra la llegada de Venus, sobre una concha, a la playa de una de las islas que tradicionalmente se le dedican, como Chipre, Pafos o Citerea. La diosa es empujada por el soplo de los dioses alados, entre una lluvia de flores.
Bouguereau |
La gran novedad que nos ofrece Botticelli es que desde los tiempos de la Roma clásica no se había vuelto a representar a esta diosa pagana desnuda y en tales dimensiones. El desnudo femenino, que se consideraba pecaminoso en el arte medieval cristiano, se recupera en el Renacimiento como símbolo de inmaterialidad. Esta Venus no representa el amor carnal o el placer sensual sino que, con su postura y sus facciones, se acerca más al ideal de inteligencia pura o saber supremo, expresando la fascinación hacia la Mitología clásica, común a muchos artistas del Renacimiento.
Botticelli |
Para finales del siglo V a.C. los filósofos habrían separado a Afrodita en dos diosas diferentes, no individualizadas en el culto: Afrodita Urania, nacida de la espuma después de que Crono castrase a Urano, y Afrodita Pandemos, la Afrodita común, "de todo el pueblo", nacida de Zeus y Dione. Entre los neoplatónicos y finalmente sus intérpretes cristianos, Afrodita Urania figura como la Afrodita celestial, representando el amor del cuerpo y el alma, mientras Afrodita Pandemos estaba asociada con el mero amor físico.
Te recomiendo que leas el prólogo de "Los mitos griegos" de Robert Graves, donde explica su teoría de que la mitología griega que ha llegado hasta nosotros es fruto de la manipulación de los pueblos invasores dorios, de cultura patriarcal, sobre una mitología primigenia helena de carácter matriarcal. Graves defiende por ejemplo que el hecho de que los dioses del Olimpo, capitaneados por Zeus, destronaran a los titanes, que eran los hijos de Gea, la madre tierra, es un símbolo más del cambio de cultura que se experimenta en torno al año 1000 a. C.
ResponderEliminarNo lo sabía, qué interesante! Gracias por la información!!
Eliminar