miércoles, 15 de noviembre de 2017

El coloso de rodas

La historia de la isla de Rodas está muy relacionada con la Mitología. Se cuenta que Zeus, el dios supremo del Olimpo, decidió otorgar islas y ciudades al resto de los múltiples dioses del panteón olímpico y en el reparto debió de olvidarse de Helio. Zeus: se quejó de que tendría que comenzar todo de nuevo, pero Helio le dijo que había observado señales de una nueva isla que estaba emergiendo del mar, al sur de Asia Menor. "Ya me deleitaré con eso". Cuando Rodas emergió del mar, Helio la reivindicó y engendró allí siete hijos y una hija con la ninfa Rodo, hija de Poseidón, dios de los mares. 
Rodas se llamaría así en honor a esta ninfa. También se cuenta que se llamó Rodas (del griego “Ródon”, rosa) debido a la gran abundancia de esta flor en la isla.

El coloso de Rodas fue una gran estatua de Helios, realizada por el escultor Cares de Lindos en Rodas en 292 a. C. y destruida por un terremoto en 226 a. C. Es considerada una de las Siete maravillas del mundo antiguo.​ Todo lo que se conoce sobre esta estatua se debe a las noticias que dejaron los escritores antiguos Plinio el ViejoPolibio​ y Estrabón, y a las crónicas bizantinas de Constantino VII Porfirogéneta, Miguel el Sirio y Filón.
La estatua (hecha con placas de bronce sobre un armazón de hierro) representaba al dios griego del sol, Helios. Según Plinio el Viejo, medía unos 32 m:
Pero de todos el más admirado fue el Coloso del Sol, en Rodas, hecho por Cares de Lindos, alumno del Lisipo antes mencionado. Esta estatua medía 70 codos de altura.​ Después de 66 años un terremoto la postró, pero incluso yacente es un milagro. Pocos pueden abarcar el pulgar con los brazos, sus dedos eran más grandes que la mayoría de las estatuas que tenían marfil. El vacío de sus miembros rotos se asemeja a grandes cavernas. En el interior se ven magnas rocas, con cuyo peso habían estabilizado su constitución. Doce años tardaron en terminarla y costó 300 talentos, que se consiguieron de las máquinas de guerra abandonadas por el rey Demetrio en el asedio de Rodas.
Plinio el Viejo, Historia natural (34.18.3)​
La base, de mármol blanco, medía 40 codos (15 metros). Habría pesado unas 70 toneladas.
En el año 305 a. C., Rodas, que en las luchas de los diádocos se había alineado con Ptolomeo I, fue invadida por un poderoso ejército dirigido por Demetrio Poliorcetes, hijo de Antígono I Monóftalmos.
Para apoderarse de la ciudad, Demetrio mandó a construir varias torres de asedio con el fin de asaltar las murallas. La primera de estas torres fue montada en seis barcos. Este primer intento no dio resultado porque los barcos naufragaron en una tormenta antes de que la torre pudiera ser utilizada. Demetrio volvió a intentarlo con otra torre aún mayor construida sobre la tierra. Este tipo de arma de asedio era denominada helépolis. Sin embargo, los defensores rodios repelieron el ataque inundando el terreno ante los muros para que la helépolis no pudiera ser desplazada.
Helépolis

En el año 304 a. C. una flota enviada por Ptolomeo I, aliado de Rodas, hizo huir precipitadamente a Demetrio, quien abandonó la mayor parte de su armamento de asedio. A pesar de su fracaso frente a los muros de Rodas, Demetrio obtuvo el sobrenombre de Poliorcetes, "conquistador de ciudades" por sus éxitos militares. Los rodios vendieron por 300 talentos los equipos de asedio abandonados.​
Para celebrar su victoria, los rodios decidieron que Cares de Lindos ―nativo de la isla, y discípulo del célebre Lisipo, quien había esculpido en Tarento una estatua de bronce de Zeus de unos 22 metros de altura― construyera una estatua gigantesca al dios Helios, protector de la ciudad. Le preguntaron al escultor cuánto costaría una estatua de 50 pies (15 metros) de altura; cuando les respondió, le preguntaron cuánto costaría una estatua del doble de altura. Él respondió que el doble, y los rodios firmaron el contrato. Cares no tuvo presente que al doblar la altura, necesitaría ocho veces más materiales. Esto lo llevó a la bancarrota y el suicidio.
Busto de Alejandro como Helios

El coloso de Rodas fue terminado por Laques (también de la aldea rodia de Lindos) en el 292 a. C.
Sesenta y seis años después de su construcción, en el año 226 a. C. un terremoto derribó la colosal obra. 
La estatua, desde el momento de su finalización en el año 282 a.C., se conoció como el Coloso de Rodas. Pese a que la mayoría de las ilustraciones conocidas, así como varios poemas de siglos posteriores representan al Coloso de Rodas como una estatua a la entrada del puerto con cada pierna sobre sendos pedestales a ambos lados de la entrada del puerto, varios estudios estructurales demuestran que dados los materiales de construcción no era viable, ya que la estatua se habría colapsado por su propio peso durante la construcción.
En el año 226 a.C. un terremoto en Rodas generó grandes daños estructurales en toda la ciudad, quebrando la estatua de Helios a la altura de las rodillas, provocando el derrumbe de la misma. Ptolomeo III propuso la reconstrucción de la misma, pero el oráculo de Delphi sugirió que esto no se hiciera, ya que hizo creer a los habitantes de Rodas que el terremoto era la muestra de Helios de que el Coloso de Rodas había sido una gran ofensa a su deidad.
Delfos

La ruinas del coloso se mantuvieron esparcidas por en el mismo lugar de la destrucción de la estatua durante varios años, tal y como relatan escritos de Estrabón y Plinio el Viejo, hasta la llegada en el año 654 d.C. de las fuerzas árabes, con Muawiya ibn Abi Sufyan al frente, que capturó la ciudad de Rodas, siendo las ruinas del Coloso de Rodas transportadas a Edesa mediante 900 camellos para ser vendidas a un comerciante judío.
Sea como fuere no ha subsistido ninguna huella de la estatua de Helios, una de las maravillas más celebradas de la antigüedad. Exactamente nadie sabe qué aspecto ofrecía el coloso de Rodas aunque se supone que correspondería a un joven atlético, que bien podía haber pertenecido al conquistador más querido y famoso de aquella época, Alejandro Magno, simbolizando a Helios con sus rayos solares saliendo de la cabeza. 


http://trianguloequidlatere.blogspot.com.es/2011/01/el-coloso-de-rodas.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario