lunes, 2 de diciembre de 2019

Sobrecarga y hostilidad

Ya hemos hablado en este blog sobre el burnout y sus causas y consecuencias, pero hoy me gustaría ahondar en un sentimiento que aparece en el trabajador sobrecargado: la hostilidad hacia el sistema, la empresa y el usuario que tiene delante. 

Del latín hostilitashostilidad es la cualidad de hostil, que indica una actitud provocativa y contraria, generalmente sin motivo alguno, hacia otro ser vivo. Actitud social de resentimiento que conlleva respuestas verbales o motoras implícitas. 
La hostilidad es un sentimiento mantenido en el que se dan lugar el resentimiento, la indignación, la acritud y la animosidad. Es una actitud cínica o negativa acerca de la naturaleza humana en general. Y en situaciones puntuales puede llegar al rencor y la violencia, aunque lo más frecuente es que la hostilidad sea expresada en modos muy sutiles, que no violen las normas sociales. La hostilidad implica creencias negativas acerca de otras personas, así como la atribución de que su comportamiento es antagónico o amenazador para nosotros. La atribución hostil se refiere precisamente a la percepción de otras personas como amenazantes y tienden a producir reacciones agresivas contra ellas. Sin embargo, hostilidad  no coincide con agresividad. La primera es un estado en que se desea herir y provocar daños y dolor a un objeto, mientras que la segunda implicaría solamente la presencia de una fuerza o potencia que precisa ser canalizada.



Realmente cuando un trabajador, en concreto del ámbito sanitario, se encuentra sobrecargado como ocurre casi siempre en el sistema de salud de nuestro país, es natural que aparezcan sentimientos de ira y rabia. Estos sentimientos que inicialmente tienen como objeto al sistema, o a un jefe inmediato, tal vez a un compañero que se las arregla para trabajar menos generando un agravio comparativo, y que suele cristalizarse en un sentimiento de hostilidad más o menos manifiesta hacia el trabajo mismo.

En este caso, a mi parecer y según lo visto, sería hostilidad como percepción del usuario/paciente como un ente amenazante, no per se, sino por lo que representa de carga de trabajo inasumible y de responsabilidad apabullante que de alguna forma supone un daño al yo del trabajador sobrecargado y sin fuerzas ni motivación para asumir esa carga de trabajo y de preocupación que representa el pobre usuario que tiene delante. Aquí es importante recordar que hablamos de un sentimiento de hostilidad casi siempre inconsciente e inconfeso, que genera malestar, estrés, ira, ansiedad y depresión. Podría tal vez no ser hostilidad en el sentido de que desee realizar un daño al objeto de esta, sino más bien en tanto que se percibe como amenaza para la conservación de la integridad del yo y como una actitud de resentimiento hacia el entorno contra el que uno se defiende de forma precaria.  
Como esos sentimientos de hostilidad no se pueden manifestar de forma violenta, lo más usual será encontrar profesionales quemados que presentan actitudes de "indignación, desprecio y resentimiento" en la consulta, que realmente tienen como objeto al sistema perverso que le genera una sobrecarga demoledora. 



Teniendo en cuenta que estos sentimientos de frustración y de rabia hacia la institución también los presentan los usuarios con mucha frecuencia, estos también se muestran hostiles hacia el profesional a través de actitudes agresivas como insultos, quejas, amenazas, hiperdemanda, falta de puntualidad y de cumplimiento, falta de respeto al profesional y hasta agresiones físicas que se producen cada vez con más frecuencia.
 Nos encontramos a dos afectados por el mismo problema, la sobrecarga del sistema sanitario: profesional y usuario, enfrentados en una escalada de hostilidad mutua, más velada en los profesionales que en los otros, sin sentido. 

Porque el objeto es el sistema, y es hacia el mismo hacia donde se debe dirigir toda esa energía. Pero tal vez la perversión del mismo lo que finalmente busque sea este enfrentamiento infructífero que no lleva a nada y que produce más dolor y tristeza.



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