miércoles, 16 de septiembre de 2020

No existe la varita mágica

 Las expectativas están formadas mediante suposiciones acerca de lo que creemos que tendría que ser, en base a lo que nos han enseñado y hemos aprendido. Muchas veces las expectativas que tenemos se alejan de la realidad y nos encontramos de lleno con la frustración. Cuando lo que esperábamos no encaja con lo que ocurre, aparece el sufrimiento.

 Cuando alguien va a la consulta de un médico o de cualquier profesional de la salud (enfermeros, fisioterapeutas, psicólogos, etc...) normalmente acude con una expectativas muy poco ajustadas a la realidad y seguramente con la intención de dejar en manos del profesional toda la responsabilidad del proceso que se va a iniciar en esa consulta. Vamos, que mucha gente espera que su médico sea el hada madrina que le resuelva todo agitando la varita.


Resulta que se trata de una consulta, es decir, una persona tiene un problema de salud y acude a un experto cualificado para "consultar", para que le oriente y le explique qué se puede hacer para resolver (si es que se puede) ese problema. Pero lo que nos solemos encontrar es que la gente quiere una solución rápida y fácil, en la que no tengan que implicarse ni conlleve dificultades ni cambios en sus hábitos de vida. Cosa que es comprensible, pero que no suele ajustarse a la realidad. La realidad es que es necesario que el paciente acuda a sus consultas, siga el tratamiento adecuadamente y además tenga que hacer algún cambio de hábitos y actitudes, e incluso de creencias (dieta, ejercicio, etc...).

También hay expectativas en torno al propio acto médico. Nos gusta que nos traten con tiempo, calma, amabilidad, que nos miren, nos hagan reír y nos hagan muchas pruebas. Y está bien casi todo, pero la triste y dura realidad es que no siempre es posible exigir un estado de ánimo, una disposición y un tiempo a una persona que trabaja sometida a la presión de un horario y unos números y a la toma de decisiones que implican gran responsabilidad. No somos la solícita y tierna hada madrina, sino personas estresadas y abrumadas por el estrés. Respecto a las pruebas, a veces no son necesarias a pesar de lo que hayamos leído en internet o nos haya dicho el cuñado. En estos casos es el paciente el que viene con una expectativa de imponer una actitud a seguir concreta al profesional, y no siempre lo hace de forma respetuosa y mucho menos amable (esa amabilidad y ese respeto que el profesional tiene que mantener aunque le cuestionen y le amenacen).


Vivimos en una sociedad en que queremos conseguir las cosas ya y sin esfuerzo, como por arte de magia. Y si no es así, si hay que esperar o si lo que esperamos conseguir es diferente de lo que queríamos, nos frustramos. Y la frustración conlleva malestar. Hay que lidiar con que no todas las patologías tienen tratamiento y que además casi ninguna lo tiene inmediato y sencillo. Hacerse responsable de uno mismo, de la propia salud, parece que es pedir algo excesivo al demandante que viene a que se le dé una solución milagrosa. La salud es algo que hay que cultivar y que no podemos delegar a la responsabilidad de otros. Los profesionales aconsejan y dan indicaciones pero el proceso lo tiene que seguir el paciente, que cada vez rehuye más su responsabilidad en el acto de curarse o tratarse dándole un peso irreal y abrumador al profesional de la salud. Como siempre la asunción de responsabilidades la llevamos mal.

LLevo una vida sedentaria, como mal, empiezo a tener dolor de espalda y pretendo que me den una pastilla que me quite ese dolor, que no es más que un síntoma de algo más complejo. Si me indican que debo moverme, perder peso, cuidar mis posturas, me frustro porque es demasiado trabajo y requiere tiempo. Y me busco otra pastilla, otra operación, otro charlatán que me cruja las vértebras en lugar de asumir que tengo que hacer un cambio que no es fácil ni sencillo. No podemos tomar atajos, la vida es compleja, la salud es compleja, y no hay una varita mágica (ni una pastilla) que lo cambie. 





https://es.wikipedia.org/wiki/Expectativa

https://lamenteesmaravillosa.com/las-expectativas-nos-aseguran-frustracion/

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