jueves, 4 de marzo de 2021

El duelo y el más allá

 Solo existen dos medios para manejar el temor ancestral que siente el hombre ante la muerte: el enfrentamiento compartido de la muerte ajena (ritualizaciones del duelo), y la negacion o el olvido de la propia muerte” (Lamas Crego y Filgueira Bouza, 1998).



El duelo es la reacción de la psique ante la pérdida de una persona, animal, objeto o evento significativo. Se trata de una reacción principalmente emocional y de conducta en forma de sufrimiento y aflicción. La intensidad y la duración de este proceso y de sus correlatos serán proporcionales a la dimensión y al significado de la pérdida. 

Se ha observado que la visión que tiene el individuo de la muerte provoca distinto tipo de vivencia del duelo. Así por ejemplo, cuando el doliente tiene esperanza en una vida futura como el "cielo" en la religión cristiana, la experiencia negativa de la pérdida se mitiga, pudiendo incluso, ser motivo de alegría y celebración. 



Cada cultura tiene sus propios rituales que influencian la expresión del duelo. Realizar estas prácticas brinda un sentido de estabilidad y seguridad. La muerte está asociada con diferentes rituales y costumbres para ayudar en el proceso del duelo. También brindan maneras de que la comunidad ayude al doliente. La muerte puede generar un sentido de caos y confusión. Los rituales y las costumbres brindan un sentido de rutina y normalidad. Otorgan indicaciones que ayudan a estructurar el momento que rodea a la muerte. Además, indican los papeles de las personas para este momento. Estos ritos dan la oportunidad al doliente de hacer más real la pérdida y, por otro, cumplen una función social, permitiendo compartir el dolor

Las personas que no han tenido la oportunidad de estar presentes en el fallecimiento, y no han podido acudir al entierro o al funeral de la persona fallecida, sienten más complicado el proceso de aceptación. Es como si la mente necesitara ver y participar de esta experiencia para marcar el inicio del duelo. En la lucha por que todo se mantenga igual, necesitamos evidencias que, aunque son dolorosas, también son necesarias y nos permiten poner en marcha procesos. De lo contrario, la mente se aferra a fantasías de continuidad.

Cada cultura tiene sus creencias respecto al sentido de la vida y lo que sucede después de la muerte. Esto advierte cómo las personas en esas culturas abordan la muerte. Como se ha dicho anteriormente, este trance puede ser más tolerable para las personas que creen en la vida después de la muerte. En términos generales, las creencias sobre el sentido de la muerte ayudan a las personas a comprenderla y afrontar su misterio.




 Los seres humanos siempre han tenido la esperanza de que haya vida después de la muerte. Desde distintos puntos de vista (la religión, el esoterismo y la metafísica) esta existencia continua hipotética tiene lugar en un ámbito espiritual, mientras que en otros casos, el ser puede volver a nacer en este mundo y comenzar el ciclo de vida nuevamente, probablemente sin recordar lo que ha hecho en el pasado. En este último punto de vista, tales renacimientos y muertes pueden tener lugar una y otra vez continuamente hasta que ingrese en un reino espiritual u Otro Mundo.

Todas las civilizaciones, desde tiempos prehistóricos han dejado rastros de creencias en una existencia después de la muerte, cada una con su propia percepción de la inmortalidad, del espíritu, de la retribución de las almas y del sentido de la vida. Así, la creencia en la supervivencia del alma, tanto como el respeto por el difunto, están en el origen de múltiples ritos funerarios.

Muchas religiones, ya sea que crean en la existencia del alma en el otro mundo, como el cristianismo o el islamismo y otros muchos sistemas de creencias paganas o de reencarnación, como muchas formas de hinduismo y budismo, creen que el estado del ser en la vida después de la muerte es una recompensa o un castigo a su conducta durante la vida terrenal.



Por lo tanto, cuando una persona está doliente por la pérdida de un ser muy querido, es más proclive y vulnerable a creer en la vida más allá de la muerte, puesto que estas creencias dan consuelo y esperanza y hacen el trance más llevadero. Lo malo es que hay quienes se aprovechan de esta vulnerabilidad y esta necesidad profundamente humana de creer en algo en estos momentos. Gente que busca lucrarse económicamente a través de rituales religiosos, chamánicos, paranormales, etc... que si bien pueden en un momento de confusión y sugestionabilidad en el que el doliente se aferra a un clavo ardiendo proporcionar un cierto consuelo, no dejan de ser soluciones temporales, parches que no revierten la pérdida. También es cierto que los rituales del tipo que sea pueden favorecer y desbloquear el duelo y eso siempre es de agradecer. 


https://www.cancer.net/es/asimilaci%C3%B3n-con-c%C3%A1ncer/manejo-de-las-emociones/duelo-y-p%C3%A9rdida/entender-el-duelo-y-la-p%C3%A9rdida

https://www.fundacionmlc.org/las-despedidas-simbolicas/

http://lahojadepsicodrama.es/muerte-y-duelo-rituales-terapeuticos/

https://es.wikipedia.org/wiki/Vida_despu%C3%A9s_de_la_muerte

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