viernes, 30 de junio de 2017

El vacío existencial

“La gran enfermedad de nuestra época es la falta de rumbo, el hastío y la falta de sentido y finalidad”
 Víktor Frankl

El vacío como condición humana es el sentimiento generalizado de apatía, aburrimiento y alienación social, acompañado frecuentemente de distimia, depresión, desesperanza, sentimiento agudo de soledad o desórdenes emocionales relacionados. Es un concepto que procede del vocablo latino vacīvus. El término hace referencia a aquello que carece de contenidoExistencial, por su parte, es un adjetivo vinculado a la acción de existir (estar, poseer vida, pertenecer a la realidad).
Para los filósofos, esta idea forma parte de la condición humana ya que es inherente a la experiencia vital de las personas. Un ser humano experimenta un vacío existencial cuando no le encuentra sentido a su vida. De este modo, se siente alienado.
El sentimiento de vacío forma también parte del proceso natural de la pena, como resultado de la desaparición de un ser querido o algún cambio significativo. Además, el significado concreto de vacío varía mucho en el contexto de las diferentes tradiciones culturales en que se ubique. Mientras que para la cultura occidental el sentimiento de vacío está ligado como se ha dicho a emociones como la ansiedad o la depresión, en algunas filosofías orientales como el budismo y el taoísmo, el vacío (Śūnyatā) aparece como un estado de realización. En las religiones orientales el estado de vacío emocional no tiene el mismo sentido que en la cultura occidental, ya que se trata de un estado superior del ser humano y no de un estado de malestar.


En filosofía política, el vacío se asocia con el nihilismo. El crítico literario Georg Lukács por ejemplo, argumenta contra el vacío espiritual y la inadecuación moral del capitalismo.
Asimismo, el concepto de vacío fue importante en un cierto tipo de filosofía existencialista y algunas formas del movimiento de Muerte de Dios, movimiento filosófico que da voz al sentido de alienación que proviene del reconocimiento del ser humano de su soledad en un universo que le es indiferente.
Se considera que el citado vacío existencial se ha convertido en un “mal contemporáneo”.  Viktor Frankl, hablando de la falta de identidad de los seres humanos, mencionó que ante la crisis de valores postmoderna el ser humano se queda cuestionándose sobre su propia existencia, sobre cuál es el camino adecuado, el fin de todo lo que hace. Ante esta angustia el humano tiene que elegir, y elegir provoca angustia como ya señalaba Fromm en "El miedo a la libertad".
Según Viktor Frankl, creador de la Logoterapia (la terapia centrada en el sentido de la vida) el vacío existencial es una neurosis de nuestro tiempo, es una neurosis del espíritu. Dice que “Cada época tiene su neurosis y cada tiempo su psicoterapia”. Él cree que hoy no nos enfrentamos ya, como en los tiempos de Freud, con una frustración sexual, sino con una frustración existencial. El paciente típico de nuestro tiempo no sufre tanto, como en los tiempos de Adler, bajo un complejo de inferioridad, sino bajo un abismal complejo de falta de sentido, acompañado de un sentimiento de vacío”(Frankl, 1997, 9).


"El sentido de la vida" constituye la respuesta ofrecida a las preguntas o problemas que implica la vida: ¿por qué vivir? ¿Para qué vivir? ¿Quién soy? ¿De dónde vengo y a dónde voy? ¿Qué hacer con mi vida? ¿Qué camino seguir? ¿Qué hacer para sobrevivir? ,entre otras tantas cuestiones existenciales. "El sentido de la vida" es un "esquema que reúne modelos de actos de las líneas más diversas y los acomoda en una proyección de un sentido que se extiende desde el nacimiento hasta la muerte".
El desarrollo de un sentido de la vida puede verse frustrado en la medida en que las metas, anhelos o expectativas de vida no sean realizados o nuestros parámetros de vida de seguridad y certidumbre sean afectados por situaciones de crisis donde no se cuenta con las herramientas adecuadas para afrontarlos.
En tales situaciones, la presencia de un conjunto de sensaciones y cambios en nuestro día a día, surgen como "síntomas" de un estado de frustración existencial que afecta nuestro sentido de vida que ha sido denominado por Viktor Frankl como un "vacío existencial": "la pérdida del sentimiento de que la vida es significativa", las personas presentan "el sentimiento de que sus vidas carecen total y definitivamente de un sentido. Se ven acosados por la experiencia de su vaciedad íntima, del desierto que albergan dentro de sí"."Un sentimiento de vacío interior y de absurdidad de la vida, una incapacidad para sentir las cosas y los seres". Se siente que la vida no tiene sentido y que no vale la pena vivirla.

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