Por norma general el objeto de deseo o aquello por lo que
nos sentimos atraídos es un ser humano con suficiente capacidad y madurez
física y psíquica como para establecer relaciones. Sin embargo, existen
personas cuya vivencia de la sexualidad incluye un objeto de deseo atípico, en
algunos casos incluso ilegal y dañino para sí mismo o para otros. Dentro de
este grupo podemos encontrar a las personas que mantienen relaciones sexuales con seres vivos de otras especies animales diferentes a los humanos: personas
que practican la zoofilia. La zoofilia implica una vulneración de los derechos
de los animales y una gravísima falta de respeto hacia éstos.
El concepto de zoofilia vino a sustituir el concepto de bestialidad que se
utilizaba con más frecuencia en sus orígenes.
Se trata de una relación que parte de
unas condiciones de desigualdad, ya que la persona es consciente y responsable
de sus actos, sin embargo, el animal no humano no puede expresar su voluntad u oposición al acto sexual, y normalmente es forzado también mediante castigo físico, psíquico u otras formas de maltrato.
La violación (no existen las relaciones sexuales consentidas con no humanos; siempre es violación) a un animal puede provocar la transmisión de
enfermedades de transmisión sexual tanto en el humano como en el no humano, como el
linfogranuloma venéreo. También pueden provocarse durante el acto lesiones físicas graves, fracturas, hemorragias, así como alteraciones conductuales y traumás y por supuesto la muerte de la víctima por causa de las lesiones.
Si bien no se conoce su prevalencia exacta (quienes tienen
una parafilia no suelen admitirla), la zoofilia o trastorno catalogado como "parafilia no
especificada" no es frecuente en la población general.
Se dice que las prácticas zoofílicas suelen darse en zonas aisladas y de
difícil acceso, generalmente en ámbitos rurales. En este tipo de ambientes el
contacto humano puede llegar a estar muy limitado, mientras que el acceso al
ganado y otros animales es relativamente sencillo ( como si esto lo justificase). Esta es una de las
características comunes entre las personas con zoofilia: la soledad y el
aislamiento. Otra característica común en estos sujetos es la presencia de un
bajo nivel de habilidades sociales, que provocan un elevado nivel de
frustración.
"Si a todo ello se le añade la unión emocional que
existe entre un animal doméstico o de granja y su dueño o la persona que le cuida, es posible que la persona sienta una conexión especial que puede derivar
en un principio de deseo sexual, e incluso humanizar al animal. Esta teoría se
vería apoyada en este caso. Además, muchos individuos con este problema indican
que los animales les otorgan un mayor nivel de afecto y lealtad que otras
personas".
Podemos ver incluso que los violadores de no humanos no sienten remordimientos ni mala conciencia por lo que hacen, intentando justificarse: "Muchos de estos pacientes consideran que con las
prácticas zoofílicas no hacen daño a nadie, equiparando su situación a la de
otros colectivos históricamente perseguidos, alegando una supuesta
incomprensión basada en prejuicios. Sin embargo, en el caso de la zoofilia los
animales en cuestión no tienen la capacidad de dar o negar el consentimiento a
la cópula, con lo que en la práctica la zoofilia supone una violación a éstos".
Burrito violado y apaleado en Almería |
Se han presentado estudios que avalan que las personas
violentas o con delitos sexuales, en un gran porcentaje, han tenido prácticas
zoofílicas. En ocasiones combinan sus prácticas violentas o de abuso entre
personas y animales. Por ejemplo abusar sexualmente de un animal de compañía
para extorsionar o maltratar a la persona con la que tiene más afecto el
animal: un niño, su mujer, etc. No está claro por qué, pero es manifiesto, que
se produce mayoritariamente en hombres. (yo añado: porque los delitos de violencia y abuso sexual son mucho más frecuente en hombres en todas las sociedades y épocas).
Es más, sostienen que la investigación apunta a que la
comisión de un acto de zoofilia podría ser un indicador conductual que alerte
sobre delitos de violencia y delitos sexuales contra humanos. En concreto, los
estudios científicos expuestos por CoPPA indican que la zoofilia se encuentra
con mayor frecuencia entre los delincuentes violentos y sexuales.
"Demuestran niveles muy altos de actos de zoofilia en los individuos que
cometen crímenes sexuales contra humanos". De hecho, ponen de ejemplo un
estudio con presidiarios que reveló que el 30% de los violadores, el 59% de
quienes abusaron sexualmente de niños y el 81% de los delincuentes sexuales no
selectivos había incurrido en actos de zoofilia.
Según los datos, sostienen que los delincuentes sexuales que
incurren en el abuso sexual de animales son "más proclives" que otros
delincuentes sexuales a presentar mayor violencia en sus agresiones y delitos
sexuales; más modelos de agresión y un abanico más amplio de tipos de víctimas;
mayor número de víctimas; además de mayor riesgo de reincidencia. Hay además numerosos estudios que evidencian
casos donde los actos de zoofilia se combinan con otras agresiones y son
utilizados por maltratadores de mujeres y menores como parte de su
victimización, especialmente en el contexto de la violencia intrafamiliar.
CoPPA agrega también que se ha podido documentar cómo en
algunos casos el maltratador se sirve del abuso sexual a un animal de compañía,
por ejemplo de un menor o de una mujer, para amenazar, intimidar o silenciar a
quienes sienten afecto por ese animal. También dicen que se han documentado
casos de violación de mujeres y niños con el uso de un animal, y casos de
maltratadores que han adiestrado a perros para actos sexuales, combinando estos
incidentes con otras agresiones físicas y emocionales a sus víctimas
humanas. "Las propuestas formuladas por CoPPA a los miembros de la Comisión
de Justicia para modificar el Código Penal están fundadas en los conocimientos
científicos y en la tipología de actos específicos, e incluyen disposiciones
para la inhabilitación para la tenencia de animales, la penalización del
proxenetismo con animales y la producción de zoo-pornografía" ( diario El Mundo).
Hasta aquí exponemos los hechos, es decir, lo que dicen la ciencia y los expertos en psicología, criminología, leyes, sexología, etc... A partir de aquí veremos el mito o lo que dice quien pretende justificar su odio hacia los animales no humanos a través de su falta de compasión y de ética.
Veamos este extracto recogido de un blog de un protaurino, misógino, homófobo y pseudopsicólogo que de forma un tanto torpe pretende vincular el respeto y la empatía hacia los no humanos con algo aberrante a nivel sexual: "De hecho, todas las formas de neurosis hacia los animales indican algún tipo de carencia. La mujer soltera, el matrimonio sin hijos, el gay desengañado del mundo gay o periódicamente desengañado de su compañero periódico, tienen una tendencia a proyectar sobre su mascota todo el amor y el cariño que no pueden proyectar a otro ser... Una decepción profunda, especialmente en la juventud, puede determinar nuestro comportamiento futuro. Universalizar el daño que alguien nos ha podido hacer a todo lo que camine erguido sobre las piernas parece excesivo, y mucho más excesivo transferir nuestro exceso de cariño a una mascota que ni entiende de amores ni de cariños sino solamente de instintos. Determinadas parafilias suscitan tanto ironías como conmiseración, a partes iguales. Si la vida te ha llevado a que tus orgasmos dependan de un caniche o de la lengua de un Alaska Malamute, menuda vida sexual más triste y decepcionante".
Perrita violada |
El hecho de que haya desviados que se justifican en el vínculo de afecto con un animal para cometer violaciones no apoya en absoluto la hipótesis de que toda persona que tenga un vínculo de afecto con un no humano sea una violadora potencial. Sólo apoya que la persona que dice eso es una perversa sin empatía ni ética y que proyecta sus fantasías zoofílicas en otras personas más compasivas para intentar justificarse a sí mismo.
Fuentes:
CoPPA
CoPPA
via Definicion ABC https://www.definicionabc.com/salud/zoofilia.php
diario El Mundo
http://infokrisis.blogia.com/2008/101103-psicopatologia-del-amor-a-los-animales
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