martes, 5 de septiembre de 2017

La diosa Selene

En la mitología griega, Selene (en griego antiguo, Σελήνη Selếnê) era una antigua diosa lunar hija de los titanes Hiperión y Tea, por lo que es una diosa preolímpica. Su equivalente en la mitología romana era la diosa Luna.
Su nombre es griego, está conectado con selas, «luz».​ Selene terminó siendo suplantada en buena medida por Artemisa, de forma que los escritores posteriores la describían como una hija de Zeus o de Palas. En el himno homérico a Hermes, con su patrilinealidad característicamente insistente, es la «brillante Selene, hija de Palas, hijo de Megamedes».

Selene y sus hermanos

Como sucedía con muchas divinidades,  también existía en Selene una dualidad. La diosa de la luna Selene tenía dos hermanos: el sol y el amanecer, conocidos como Helios y Eos respectivamente. A Selene se la conocía por trasladar a la luna por el cielo sobre una carroza de plata, a cuyo frente aparecían dos bellos caballos de crines largas (a veces eran bueyes o toros). A su vez, durante el día, su hermano Helios se paseaba por el firmamento montado en su carro de fuego. Eos, por su parte, era el encargado de unirlos a ambos al crear cada amanecer. Los relatos más antiguos de Selene se datan en el siglo V a. C. e ilustran su viaje celestial transformando el dorado día en una noche plateada.
También en la antigua mitología griega, las tres diosas Perséfone (Virgen), Deméter (Diosa Madre del Grano) y Hécate (Anciana Sabia) están relacionadas en el mito del viaje de Perséfone al inframundo. Otras divinidades femeninas son representadas con tres aspectos, como ocure con Hécate y la diosa de la luna, Selene. Las tres Moiras (o Parcas en la mitología romana) – la que hila, la que teje y la que corta el hilo al final de la vida, y las tres Gracias son otro ejemplo de una triada femenina divina. La Triple Diosa eran las Tres Matres, también las tres Gracias y las nueve Musas que primero eran tres. Y era una única Diosa: La Diosa Luna.
Endimión y Selene

En esas antiguas culturas, los mitos de Toro y de la Diosa Luna estaban entrelazados; el Toro actuaba como la parte masculina de la femenina Luna, pues los antiguos concebían que en la naturaleza ambos eran necesarios para crear vida nueva y una nueva cosecha. Los campesinos “paganos” creían que influía en la fertilidad, por lo que acudían a la Luna para que hiciese crecer sus cosechas y animales.

En el arte, Selene era representada como una mujer hermosa de rostro pálido, conduciendo un carro de plata tirado por un yugo de bueyes blancos o un par de caballos. A menudo era retratada montando un caballo o un toro, vistiendo túnicas, llevando una media luna sobre su cabeza y portando una antorcha.
Se le conocen muchos amores. En algunas versiones tuvo con Zeus a Pandia, la Luna Llena y al León de Nemea, del que algunos también la consideraban madre.
Según cuenta una leyenda Selene habría sido seducida por Pan en, dios pastoral de la fertilidad,en una ocasión, que envuelto en una piel de oveja le habría regalado los yugos de los bueyes que tiraban de su plateado carro.


Su romance más famoso es el que tuvo con Endimión, pastor de Caria. El mito cuenta que Selene se enamoró del hermoso Endimión, un pastor o cazador (o un rey de Elis en la versión de Pausanias) de la región de Caria. Una noche de verano, luego de cuidar sus rebaños, Endimión se refugió en una gruta en el monte Latmos para descansar. La noche era clara, y en el cielo Selene paseaba en su carruaje. La luz de la luna entró en la cueva, y así Selene pudo ver al joven dormido. Desde el momento en que la diosa lo miró se enamoró de él. Descendió entonces del Cielo, y Endimión fue despertado por el roce de los labios de Selene sobre los suyos. Toda la caverna estaba iluminada por la luz plateada de la Luna. Ante él vió a la diosa brillante, y entre los dos nació una gran pasión. Selene subió después al Olimpo, y rogó a Zeus que le concediera a su amado la realización de un deseo, y el Señor del Olimpo aceptó. Endimión pidió el don de la eterna juventud, y poder dormir en un sueño perpetuo, del que sólo despertaría para recibir a Selene. Zeus le concedió su petición. Desde entonces, Selene visita a su amante dormido en la caverna del monte. De este amor nacieron cincuenta hijas, y en varias versiones también, hijo de Selene y de Endimión fue Naxo, el héroe de la isla de Naxos.
En la mitología romana Selene era la diosa Luna, que igual que Selene lo fue por Artemisa, se la suplantó en gran medida por la diosa Diana. En el Monte Palatino había un templo dedicado a "Luna Noctulica", ("Luna que brilla en la Noche") y se celebraban festivales en su honor el 31 de Marzo, el 24 y el 29 de Agosto.
Fenicias, 175-179
¡Oh, hija de Helios de refulgente halo*, Selene, resplandor de áureo circulo, qué serena y prudentemente maneja la vara al dirigir a los corceles!
*El adjetivo liparózónos propiamente "de refulgente cinturón", se explica sólo a personajes femeninos, por lo que se ha conjeturado (Badhamm, Nauck) en lugar de Aelíou la lectura de hó Lótóus, "la hija de Leto"; es decir, Ártemis, de nuevo identificada con la Luna. Por otra parte, Selene no es hija, sino hermana de Helios en la mitología tradicional (cf. Hesiodo, Teog. 371).

Metamorfosis, XV, 196-198
del éter, y huye los contagios de la tierra de lejos 195
Y no par o la misma de la nocturna Diana la forma 196
puede ser nunca; y siempre, que la siguiente, la de hoy 197
si crece, es menor; mayor, si su orbe contrae. 198





Fuentes: 
wikipedia
https://santuariodelalba.wordpress.com/2014/08/03/el-culto-a-la-luna-las-diosas-lunares/
https://fradive.webs.ull.es/sem/selene1.htm
http://0hijasdelaluna0.blogspot.com.es/2007/11/selene-luna.html

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