martes, 26 de septiembre de 2017

Blas Infante y el andalucismo

"Mi nacionalismo, antes que andaluz, es humano. Creo que, por el nacimiento, la naturaleza señala a los soldados de la Vida el lugar en donde han de luchar por ella. Yo quiero trabajar por la Causa del espíritu en Andalucía porque en ella nací. Si en otra parte me encontrare, me esforzaría por esta Causa con igual fervor".
"El problema andaluz es lisa y llanamente una cuestión de hambre". 
"Yo tengo clavada en la conciencia desde la infancia la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo".

Blas Infante Pérez de Vargas nació en la localidad malagueña de Casares el 5 de julio de 1885. Su padre fue Luis Miguel Infante Andrade, licenciado en Derecho y secretario del Juzgado de Casares, y su madre, Ginesa Pérez de Vargas, procedía de una familia de labradores de clase media. Estudió bachillerato en las Escuelas Pías de Archidona hasta 1899. Cuando por vacaciones regresaba a Casares instruía a los jornaleros en los campos, pues había mucho analfabetismo. Los Infante sufrieron la crisis económica derivada del desastre de 1898. Era una época inestable y convulsa con revueltas debido a las malas cosechas. Andalucía estaba inmersa en una profunda y total regresión debido a la crisis económica y social,  produciéndose un éxodo de nuestra población hacia otros lugares, debido a que nuestros recursos eran casi exclusivamente agrícolas. Apenas podíamos competir con el exterior, porque además el sector industrial y energético escaseaba habiendo fracasado la industrialización. Por ello, Blas tuvo que dejar el colegio y el último curso de bachillerato lo hizo por libre. Desde 1900 trabajó como escribiente en el juzgado de Casares, al tiempo que estudiaba por libre en la facultad de Derecho de la Universidad de Granada, a la que viajaba en los meses de junio y septiembre para examinarse, finalizando la carrera en 1906. Los apuntes se los suministraba su amigo, el poeta Alberto Álvarez de Cienfuegos, perteneciente a una familia granadina muy conocida, que luego fue miembro de la Asamblea Andalucista de Córdoba en 1919.

En 1909 aprobó una oposición, tras la cual ejerció como notario en Cantillana a partir de 1910. Este destino le permitió entrar en contacto con el ambiente intelectual sevillano y con las ideas regionalistas andaluzas, especialmente con los miembros del Ateneo de Sevilla. Reforzó su conocimiento de las gentes de Andalucía ejerciendo su función de notario en otras localidades, como Isla Cristina, donde trabajó durante la década de 1920.
En 1913, asiste al primer congreso Georgista en Ronda, donde expone las necesidades andaluzas fundándose la revista Bética. En 1914 ofrece en el Ateneo de Sevilla su ideal andaluz. Y a partir de ese momento lidera el movimiento andalucista y en 1916 crea y preside el Centro Andaluz de Sevilla y otros centros en diferentes lugares, siendo el órgano expresivo la revista Andalucía.Al observar las condiciones de vida de los jornaleros andaluces quedó fuertemente impresionado, llegando a escribir años más tarde: "Yo tengo clavada en la conciencia desde la infancia la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo" El pensamiento político de Blas Infante se mostró como heredero de los movimientos republicanos y federalistas de la España del siglo XIX, que se basaban en defender la existencia de Andalucía como región española diferenciada del resto. Su objetivo era conseguir la reconstrucción de Andalucía, para obtener la regeneración de España.
Publicó La Sociedad de las Naciones en 1919.​ También escribió Motamid, último rey de Sevilla (1920), Cuentos de animales (1921) y Almanzor.
En 1924 viajó a Marruecos, donde visitó la tumba de Motamid en Agmat y conoció a sus supuestos descendientes. Algunas fuentes sostienen que el 15 de septiembre de 1924 se convirtió al islam mediante la shahada, en una pequeña mezquita de Agmat, adoptando el nombre de Ahmad. Los testigos del acto por el que Infante se habría reconocido musulmán fueron dos andalusíes nacidos en Marruecos y descendientes de moriscos: Omar Dukali y otro de la kabila de Beni-Al-Ahmar.​ Sin embargo, su familia no cree en esta supuesta conversión al islam de Blas Infante. En una entrevista publicada por los diarios del Grupo Joly, su hija, María de los Ángeles Infante niega su filiación islámica.​ Christiane Stallaert, citando a José Luis Ortiz de Lanzagorta, sostiene que no se convirtió al islam, y que se habría caracterizado por el deísmo y el anticlericalismo.​

Durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera rechazó colaborar con ella, por lo que en represalia fueron clausurados los Centros Andaluces fundados por él en 1916, así como la editorial de la revista Andalucía como plataforma del andalucismo político. En 1921 publicó La dictadura pedagógica. En 1928 viajó a Galicia para reunirse con los ideólogos del galleguismo, llegando a participar en la revista galleguista denominada Nós. Durante estos años también viajó por Portugal. En 1930 dio una conferencia política en la Sociedad Económica de Amigos del País de Málaga, donde ensalzó al pueblo andaluz y su historia. En 1931 participó en la candidatura del Partido Republicano Revolucionario a las elecciones generales.
Con la proclamación de la República en 1931 se hizo cargo de la notaría de Coria del Río, donde se construyó una casa que llamó Dar al-Farah (en árabe "Casa de la Alegría") inspirada en la arquitectura de Al-Ándalus​ y encargándose personalmente de su decoración.
Blas Infante presidió la Junta Liberalista de Andalucía (JLA) y volvió a presentarse a distintas candidaturas por el Partido Republicano Federal. Sin embargo, no consiguió representación parlamentaria. Los puntos esenciales de su campaña política fueron: el repudio al centralismo frente a un federalismo, la solución al caciquismo, la reforma del complicado sistema electoral, de la economía y de la justicia, la libertad de enseñanza, de matrimonio, etc.

Blas Infante formó parte de la masonería aunque se desconoce aún su nombre simbólico y grados alcanzados. Sus primeros contactos con la Orden se remontan a 1915 y en concreto con la Logia Isis y Osiris, dirigida por su amigo Diego Martínez Barrio. En 1925 consta su participación en el acto de inauguración y consagración del Templo de la Logia Redención n° 16 de Ayamonte (Huelva). Ya durante la II República y de regreso en Sevilla perteneció -al menos desde abril de 1932- a la Logia Fe y Democracia n° 22, dependiente de la Gran Logia Española y en cuyo cuadro figuraban algunos de los principales directivos de la izquierda sevillana de aquellos años, como Pedro Vallina (CNT), Carlos Cuerda (Partido Social Revolucionario), Justo Feria (Partido Republicano Democrático Federal), etc.
En 1931 publicó el libro La verdad sobre el complot de Tablada y el Estado libre de Andalucía, que critica fuertemente la manera de actuar de la República y relata el boicot al que fue sometida su candidatura andalucista en las elecciones. En esta obra, su postura se radicaliza en la definición del "Estado libre de Andalucía".

A pesar del boicot anterior se presentó de nuevo en las elecciones de noviembre de 1933 por Málaga, dentro de una coalición llamada Izquierda Republicana Andaluza formada por el Partido Republicano Radical Socialista (PRRS) y por la Izquierda Radical Socialista, candidatura que fracasó y supuso una notable desilusión para Infante.
En 1933 propuso que la melodía del canto religioso Santo Dios, un himno que cantaban segadores de algunos pueblos andaluces a la salida o a la puesta del sol, fuera el Himno de Andalucía,​ cambiándole la letra por un texto suyo. Este himno, junto con la bandera y el escudo elegidos en la Asamblea de Ronda de 1918, son actualmente los símbolos oficiales de Andalucía, según el artículo 6.2 del Estatuto de autonomía de Andalucía de 1981, reformado en 2007.
En enero de 1933 se aprobó en la Asamblea de Córdoba un Anteproyecto de Bases para el Estatuto de Autonomía de Andalucía, con la intención de someterlo a referéndum. En 1935 visitó a Lluís Companys, presidente de la Generalidad de Cataluña, que estaba preso en el Penal de El Puerto de Santa María junto a miembros de su gobierno.

Tras las elecciones de 1936, con la victoria del Frente Popular, el movimiento andalucista recobró fuerzas. Durante la Asamblea de Sevilla celebrada el 5 de julio de 1936 se aclamó a Blas Infante como presidente de honor de la futura Junta Regional de Andalucía. A los pocos días, se produjo el golpe militar que inició la Guerra Civil Española. Varios falangistas le detuvieron en su casa de Coria del Río y fue fusilado, sin juicio ni sentencia, junto a otros dos detenidos el 11 de agosto fue fusilado por las fuerzas de Queipo de Llano , en el kilómetro 4 de la carretera de Sevilla a Carmona, gritando dos veces seguidas antes de morir: ¡Viva Andalucía Libre!.​ Cuatro años más tarde, el Tribunal de Responsabilidades Políticas, creado después de la guerra, le condenó a muerte y a sus herederos a una multa económica, según el documento de 4 de mayo de 1940 escrito en Sevilla:
[...] porque formó parte de una candidatura de tendencia revolucionaria en las elecciones de 1931 y en los años sucesivos hasta 1936 se significó como propagandista de un partido andalucista o regionalista andaluz.

Pasando a su legado, se conoce como andalucismo político a las distintas corrientes y movimientos políticos que tienen en común una preocupación por la identidad andaluza y que reivindican la existencia de un pueblo andaluz y la necesidad de que este alcance su autogobierno. Dentro del andalucismo político se distinguen distintas tendencias, principalmente el regionalismo andaluz, el nacionalismo andaluz y el andalucismo islamizante. Según algunas fuentes, los precedentes del andalucismo político se sitúan en el siglo XIX, con el desarrollo del cantonalismo en Andalucía. Asimismo se usa la denominación andalucismo histórico para el andalucismo político del primer tercio del siglo XX.
El nacionalismo andaluz es la posición ideológica que defiende el reconocimiento de Andalucía como una nación. Abarca un amplio espectro de opinión, desde partidarios del confederalismo dentro de España, posturas autonomistas o posturas abiertamente independentistasSi bien es cierto que, históricamente y actualmente, el nacionalismo andaluz tiende a identificarse más bien con la izquierda, ya que no surge con los objetivos propios de los nacionalismos europeos del siglo XIX, sino que encuentra sus orígenes en el federalismo y el anarquismo
En 1912 el diario sevillano El Liberal abre información pública sobre la necesidad de la existencia político-regional de Andalucía, lanzándose la idea de una Asamblea Andaluza, provocando gran actividad en el Ateneo de Sevilla. Paralelamente en Ronda se celebraba el I Congreso Internacional de Economistas Fisiócratas, donde acude y hace su primera intervención pública Blas Infante. En 1915 Infante publicó El Ideal Andaluz, convirtiéndose así éste en líder de facto y en coordinador del movimiento andalucista en los años posteriores, hasta su asesinato en agosto de 1936.

Con la dictadura de Primo de Rivera, instaurada en España tras el golpe de Estado de septiembre de 1923, tanto el nacionalismo andaluz como el resto de movimientos y corrientes políticas quedan proscritos, por lo que desciende considerablemente la actividad política de los andalucistas.Sin embargo, no es hasta la Asamblea de Córdoba de 1919 donde el andalucismo político se postura a favor de la abolición de los poderes centralistas y por una Federación Hispánica, y define además a Andalucía claramente y sin ambigüedades como «realidad nacional» y «patria». La última reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía, realizada en 2007, se remite a este manifiesto para justificar la expresión «realidad nacional» que aparece en el preámbulo del mismo. Además, Blas Infante está reconocido oficialmente por la Junta de Andalucía y por el Congreso de los Diputados como «Padre de la Patria Andaluza».

Tras la llegada de la República el 14 de abril de 1931, el nacionalismo andaluz en su mayoría percibe que puede acercarse el momento de la ansiada autonomía. Blas Infante, principal dirigente del movimiento nacionalista, encabeza varias candidaturas de izquierda. En 1933 se publicaron las bases de un Estatuto de Autonomía para Andalucía, que se esperaba fuese aprobado y entrase en vigor en el verano de 1936. No obstante, al igual que otros proyectos autonomistas como el de Galicia, se vio interrumpido por el estallido de la Guerra Civil Española.
Durante la dictadura del general Francisco Franco el nacionalismo andaluz quedó prácticamente reducido al ostracismo debido a la fuerte represión política que el régimen ejercía sobre toda idea que no comulgase con el nacional-catolicismo imperante. No obstante, a partir de la década de 1960, principalmente en Sevilla, empiezan a resurgir ciertos sectores (principalmente de la pequeña burguesía intelectual) que tratan de recuperar el legado de Blas Infante y del movimiento nacionalista de las primeras décadas del siglo XX.

A partir de 1975 tiene lugar el último momento de efervescencia del nacionalismo andaluz, producto de la realidad socio-económica de Andalucía y el debate autonómico. Como han señalado los estudiosos en el tema, la emigración masiva de andaluces desde la década de 1960 hasta la recuperación económica (últimos estudios los cifran en 2 millones) hacia España y Europa fue uno de los factores decisivos en este impulso andalucista por dos razones: la económica, ya que decenas de miles de familias andaluzas fueron conscientes de la gran contradicción entre la potencialidad de su región (territorial, demográfica, agrícola, etc.) y su realidad de pobreza y subdesarrollo. El otro factor que propició la emigración forzada fue de carácter socio-cultural, ya que por primera vez estos andaluces tuvieron conciencia de su propia identidad cultural diferenciada a la de otros territorios como Madrid, Cataluña o el País Vasco. Según el catedrático de Antropología de la Universidad de Sevilla, Isidoro Moreno:
En Sabadell, Colonia o Bruselas, los trabajadores procedentes de las diversas comarcas y pueblos andaluces no se han sentido emigrantes a secas, ni tampoco básicamente sevillanos, cordobeses, granadinos o almerieneses, sino sobre todo, andaluces: miembros de una colectividad definida por su subdesarrollo y dependencia, que están en la base de la propia necesidad de emigrar, pero también por unas características culturales, por unas actitudes, por unas formas de expresar la expierencia, por una identidad, en suma, que ha modelado a un pueblo específico: el andaluz.
Desarrollo y bloqueo del nacionalismo andaluz

Por otro lado tenemos la cuestión autonómica, que privilegiaba a las consideradas como "regiones históricas", es decir: Cataluña, el País Vasco y Galicia, adquiriendo la autonomía en su máxima expresión y por la vía rápida, esto es, mediante el artículo 151 de la Constitución Española de 1978. Así, el pueblo andaluz, viéndose que quedaba fuera de esta opción, fue consciente del agravio comparativo que se iba a producir dando lugar a regiones de primer y segundo orden. La reacción de la población andaluza fue tajante e inmediata, convocándose en octubre de 1977 una comisión de parlamentarios andaluces para sentar las bases del futuro proyecto autonómico. Semanas después, el 4 de diciembre, en todas las ciudades importantes de Andalucía y también en Barcelona (donde se concentraba una importante comunidad de emigrantes andaluces) se vivió una jornada de apoyo a dicha comisión que lanzó a la calle a un millón y medio de andaluces, aproximadamente. En la ciudad de Málaga, el joven Manuel José García Caparrós murió a consecuencia de un disparo por parte de la Policía mientras enarbolaba una bandera de Andalucía.

Desde este día hasta la aprobación en referéndum del Estatuto de Autonomía en diciembre de 1981, se vivirá en Andalucía un momento de efervescencia identitaria que impregnaría el ámbito cultural y político de la sociedad andaluza de la época. Posiblemente, la jornada más importante de este período sea el 28 de febrero de 1980, día en el que el Estatuto de Autonomía fue sometido a referéndum y que hoy es reconocido como Día de Andalucía. No obstante, desde el nacionalismo andaluz se reivindica como "Día Nacional de Andalucía"' el 4 de diciembre, debido a los sucesos antes descritos.

Fuentes:
Wikipedia
Por José Salguero Duarte (elplural.com)
http://www.historiadeiberiavieja.com/secciones/personajes/blas-infante-padre-patria-andaluza

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