No pensaba venerar como a mi padre a ninguno de los profesores de la facultad, la mayoría asociados que nos ponían un power point y se limitaban a leerlo, y mucho menos a querer como hermanos a sus hijos ni a enseñarles nada de gratis. Tampoco estaba dispuesta a jurar no practicar abortos o a no dispensar medicamentos paliativos que puedan ayudar a una muerte digna.
Así que callé y una profesora (de las buenas, pero tampoco para considerarla mi madre) que me estaba viéndome hizo un gesto conminatorio para que lo recitara, pero no pude. Está claro que el juramento hipocrático original está obsoleto y que no tiene sentido, pero por suerte no soy la única que piensa así y por eso ha habido actualizaciones que al parecer mis venerados maestros no conocían.
Juro por Apolo médico, por Asclepio, Higía y Panacea, por todos los dioses y todas las diosas, tomándolos como testigos, cumplir fielmente, según mi leal saber y entender, este juramento y compromiso:
Venerar como a mi padre a quien me enseñó este arte, compartir con él mis bienes y asistirles en sus necesidades; considerar a sus hijos como hermanos míos, enseñarles este arte gratuitamente si quieren aprenderlo; comunicar los preceptos vulgares y las enseñanzas secretas y todo lo demás de la doctrina a mis hijos y a los hijos de mis maestros, y a todos los alumnos comprometidos y que han prestado juramento, según costumbre, pero a nadie más.En cuanto pueda y sepa, usaré las reglas dietéticas en provecho de los enfermos y apartaré de ellos todo daño e injusticia.Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna. Por el contrario, viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura.No tallaré cálculos sino que dejaré esto a los cirujanos especialistas.En cualquier casa que entre, lo haré para bien de los enfermos, apartándome de toda injusticia voluntaria y de toda corrupción, principalmente de toda relación vergonzosa con mujeres y muchachos, ya sean libres o esclavos.Todo lo que vea y oiga en el ejercicio de mi profesión, y todo lo que supiere acerca de la vida de alguien, si es cosa que no debe ser divulgada, lo callaré y lo guardaré con secreto inviolable.Si el juramento cumpliere íntegro, viva yo feliz y recoja los frutos de mi arte y sea honrado por todos los hombres y por la más remota posterioridad. Pero si soy transgresor y perjuro, avéngame lo contrario.
El juramento hipocrático es un juramento público, obligatorio, que solo pueden hacer las personas que se gradúan en las carreras universitarias de Medicina. Tiene un contenido de carácter solo ético porque orienta al médico en la práctica de su profesión. En su forma original regula las obligaciones hacia el maestro y su familia, hacia los discípulos, hacia los colegas y hacia los pacientes. A partir del siglo XIX empezó a ser frecuente, actualmente universal, la realización de un juramento basado en un texto modernizado, inspirado por el antiguo, distinto según la escala de valores específica de cada tiempo y lugar.
Durante casi dos mil años la medicina occidental y la medicina árabe estuvo dominada teóricamente por una tradición que, remontándose al médico griego Hipócrates (siglo V a. C.), adoptó su forma definitiva de la mano de Galeno, un griego que ejerció la medicina en la Roma imperial en el siglo II. Según la tradición, fue redactado por Hipócrates o un discípulo suyo. Lo cierto es que forma parte del corpus hipocráticum, y se piensa que pudo ser obra de los pitagóricos. Según Galeno, Hipócrates creó el juramento cuando empezó a instruir, apartándose de la tradición de los médicos de oficio, a aprendices que no eran de su propia familia. Los escritos de Galeno han sido el fundamento de la instrucción médica y de la práctica del oficio hasta casi el siglo XX.
A partir del Renacimiento, época caracterizada por la veneración de la cultura grecolatina, el juramento empezó a usarse en algunas escuelas médicas, y esa costumbre se ha ido ampliando, desde el siglo XIX, en algunos países, y desde la Segunda Guerra Mundial en otros, aunque es completamente ignorada en muchos. Aun cuando sólo tenga en la actualidad un valor histórico y tradicional, allí donde se pronuncia, el tomarlo es considerado como un rito de pasaje o iniciación después de la graduación, y previo al ingreso a la práctica profesional de la medicina.
En la Antigua Grecia se escribió el primer escrito ético relacionado con el compromiso que asumía la persona que decidía curar al prójimo; el compromiso del médico era actuar siempre en beneficio del ser humano, y no perjudicarlo. El contenido del juramento se ha adaptado a menudo a las circunstancias y conceptos éticos dominantes de cada sociedad. El Juramento hipocrático ha sido actualizado por la Declaración de Ginebra de 1948. También existe una versión, muy utilizada actualmente en facultades de Medicina de países anglosajones, redactada en 1964 por el doctor Louis Lasagna.
El juramento de ética médica clásico ha perdido fuerza moral. De acuerdo a una encuesta realizada en 1993 en 150 escuelas de medicina de Estados Unidos y Canadá, sólo el 14 por ciento de los modernos juramentos prohíben la eutanasia, el 11 por ciento el compromiso a una deidad, un 8 por ciento rechazan el aborto, y el 3 por ciento prohíben el contacto sexual con los pacientes, que eran todas máximas consideradas sagradas en el clásico juramento hipocrático.
El juramento hipocrático constituye una síntesis de la moral de la medicina griega antigua y contribuye a la estabilización de la relación tri-parte entre el médico, el paciente, y la enfermedad, conforme a "Reflexiones del juramento hipocrático de la medicina moderna", publicado en el World Journal of Surgery durante el 2010. La armonía de este triángulo interactivo ha sido trastornado por varios factores, tales como la evolución tecnológica y los medios de comunicación públicos. En estos términos, agrega este estudio, parece esencial la reevaluación del juramento hipocrático y sus mensajes para restablecer la relación entre el médico y el paciente bajo un nuevo prisma filosófico-médico.
El juramento hipocrático constituye una síntesis de la moral de la medicina griega antigua y contribuye a la estabilización de la relación tri-parte entre el médico, el paciente, y la enfermedad, conforme a "Reflexiones del juramento hipocrático de la medicina moderna", publicado en el World Journal of Surgery durante el 2010. La armonía de este triángulo interactivo ha sido trastornado por varios factores, tales como la evolución tecnológica y los medios de comunicación públicos. En estos términos, agrega este estudio, parece esencial la reevaluación del juramento hipocrático y sus mensajes para restablecer la relación entre el médico y el paciente bajo un nuevo prisma filosófico-médico.
Conocida como "Declaración de Ginebra" fue adoptada por la Asociación Médica Mundial (AMM) en 1948 y ha sido revisada y enmendada en diferentes ocasiones (1968, 1983, 1994, 2005, 2006 y 2017). Éste es el texto aprobado en octubre de 2017, en Chicago.
COMO MIEMBRO DE LA PROFESIÓN MÉDICA:
PROMETO SOLEMNEMENTE dedicar mi vida al servicio de la humanidad;VELAR ante todo por la salud y el bienestar de mis pacientes;RESPETAR la autonomía y la dignidad de mis pacientes;VELAR con el máximo respeto por la vida humana;NO PERMITIR que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre mis deberes y mis pacientes;GUARDAR Y RESPETAR los secretos que se me hayan confiado, incluso después del fallecimiento de mis pacientes;EJERCER mi profesión con conciencia y dignidad, conforme a la buena práctica médica;PROMOVER el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica;OTORGAR a mis maestros, colegas y estudiantes el respeto y la gratitud que merecen;COMPARTIR mis conocimientos médicos en beneficio del paciente y del avance de la salud;CUIDAR mi propia salud, bienestar y capacidades para prestar una atención médica del más alto nivel;NO EMPLEAR mis conocimientos médicos para violar los derechos humanos y las libertades ciudadanas, ni siquiera bajo amenaza;HAGO ESTA PROMESA solemne y libremente, empeñando mi palabra de honor.
Desde su elaboración en 1948 la Declaración se ha convertido en un documento central de ética médica y una versión moderna del Juramento Hipocrático de 2.500 años. Su última revisión se produjo en 2006, considerándose la recién realizada como la más importante “al haberse dado la posibilidad de que toda la profesión médica participase y aportase, tras haber estado abierta y expuesta desde 2016 al colectivo médico de todo el mundo”, según el coordinador de relaciones internacionales de la OMC.
“Respetaré la autonomía y la dignidad del paciente”, se convierte en la frase más novedosa de la Declaración revisada. “Con ella se completan los cuatro principios fundamentales de la ética médica que todo profesional debe aplicar: Principio de autonomía; Principio de beneficencia; Principio de no maleficencia; y Principio de justicia”.
El otro aspecto novedoso es el de su compromiso por el cuidado de su propia salud, bienestar y capacidad de prestar la atención médica del más alto nivel. Con este artículo, se sella la garantía de la salud del propio paciente. Asimismo, se incluye la obligación de que el profesional comparta los conocimientos médicos “en beneficio de sus pacientes y el progreso de la salud”.
Mientras, quedan modificados algunos de los puntos que configuran la Declaración, que pasan a ser 13 en lugar de los 11 anteriores. Así, en el nuevo texto el médico no consagra sino “dedica su vida al servicio de la humanidad”. Además, no solo velará por la salud del paciente sino también por su bienestar.
El respeto y gratitud que el médico otorga a sus maestros se extiende, a partir de ahora, a sus colegas y a los estudiantes de Medicina, mientras se suprime el punto de “considerar como hermanos y hermanas a los colegas médicos”. Además, en la nueva Declaración el facultativo se compromete a ejercer la profesión no solo “a conciencia y dignamente”, como figuraba en anteriores versiones sino, “conforme a la buena práctica médica”.
Se puede acceder a la nueva Declaración de Ginebra a través de este enlace: https://www.wma.net/es/policies-post/declaracion-de-ginebra/
https://www.rima.org/Noticia.aspx?IdNota=2906
https://web.archive.org/web/20140419014740/http://www.nuevarevista.net/articulos/hip%C3%B3crates-fuera-de-juego
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