viernes, 27 de mayo de 2016

El viaje definitivo

EL VIAJE DEFINITIVO

…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que se amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará nostáljico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
Juan R. Jiménez
Retrato de Sorolla


Es verdad, en la mezquindad de sus precarias vidas unos se aferran a su rutina aunque con otros la tragedia y el dolor se ceben.
La vida es terrible y hay que seguir, ante el sufrimiento hay que mantenerse impasible, esa es la naturaleza humana, esa es la ley del más fuerte.
No te pares a socorrer al herido y al débil, sigue corriendo hacia tu meta aunque no sepas cuál es.
Nada tiene sentido pero hay que seguir produciendo días y rutinas para consumir más días y rutinas. 
No preguntes por qué ni para qué. No pienses. Sigue el camino pautado y no mires a tu alrededor.
La muerte no existe, la vida tampoco. 
El bien y el mal son relativos, no te cuestiones nada.
Vive y muere y deja que maten aunque te digan que mueren.

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