El original Cármina burana es una colección de cantos de los siglos XII y XIII, que se han conservado en un único códice encontrado en 1803 por Johann Christoph von Aretin en la abadía de Bura Sancti Benedicti (Benediktbeuern), en Baviera; en el transcurso de la secularización llegaron a la Biblioteca Estatal de Baviera en Múnich, donde se conservan.
El códice recoge un total de 300 rimas, escritas en su mayoría en latín (aunque no con metro clásico), algunas partes en un dialecto del alto alemán medio, y del francés antiguo. Fueron escritos hacia el año 1230, posiblemente en la abadía benedictina de Seckau o en el convento de Neustift, ambos en Austria.
En estos poemas se hace gala del gozo por vivir y del interés por los placeres terrenales, por el amor carnal y por el goce de la naturaleza, y con su crítica satírica a los estamentos sociales y eclesiásticos, nos dan una visión contrapuesta a la que se desarrolló en los siglos XVIII y segunda parte del XIX acerca de la Edad Media como una «época oscura». En los Cármina burana se satirizan y critican todas las clases sociales en general, especialmente a la corona y sobre todo en el clero. Las composiciones más características son las Kontrafakturen que imitan con su ritmo las letanías del antiguo Evangelio para satirizar la decadencia de la curia romana, o para construir elogios al amor, al juego o, sobre todo, al vino, en la tradición de los carmina potoria. Por otra parte, narran hechos de las cruzadas, así como el rapto de doncellas por caballeros.
La importancia de esta serie de textos medievales es que sencillamente es la más grande y antigua colección de versos de carácter laico del medievo (puesto que lo acostumbrado era realizar únicamente obras literarias religiosas).
A nivel musical Carmina Burana es una cantata escénica del siglo XX compuesta por Carl Orff entre 1935 y 1936, utilizando como texto algunos de estos poemas medievales de Carmina Burana.
La obra se compone principalmente de versos en latín, aunque cuenta con fragmentos en alto alemán medio y provenzal antiguo. Su fragmento más conocido es el «O Fortuna», que constituye la primera parte del preludio y que se repite al final de la obra.
O Fortuna es un poema goliardo escrito en latín medieval, a principios del siglo XIII, que forma parte de la colección conocida como Carmina Burana. Está dedicado a Fortuna, diosa romana de la suerte cuyo nombre en itálico era Vortumna, que significa "la que rueda".
O Fortuna
velut luna, statu variabilis, semper crescis aut decrescis; vita detestabilis nunc obdurat et tunc curat ludo mentis aciem, egestatem, potestatem dissolvit ut glaciem. Sors immanis et inanis, rota tu volubilis, status malus, vana salus semper dissolubilis, obumbrata et velata michi quoque niteris; nunc per ludum dorsum nudum fero tui sceleris. Sors salutis et virtutis michi nunc contraria, est affectus et defectus semper in angaria. Hac in hora sine mora corde pulsum tangite; quod per sortem sternit fortem, mecum omnes plangite! |
Oh Fortuna,
como la luna variable de estado, siempre creces o decreces; ¡Que vida tan detestable! ahora oprime después alivia como un juego, a la pobreza y al poder lo derritió como al hielo. Suerte monstruosa y vacía, tu rueda gira, perverso, la salud es vana siempre se difumina, sombrío y velado también a mí me mortificas; ahora en el juego llevo mi espalda desnuda por tu villanía. La Suerte en la salud y en la virtud está contra mí, me empuja y me lastra, siempre esclavizado. En esta hora, sin tardanza, toca las cuerdas vibrantes, porque la Suerte derriba al fuerte, llorad todos conmigo. |
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