Tú, que no estuviste con ellas,
que no las consolaste ni enjugaste sus lágrimas,
que te envaneces en tu ignorancia y en tu perversión,
no te atrevas a mencionarlas.
Tú que con tu actitud cómplice las dejaste morir
y tomaste parte en su calvario
y que aun así cuando te hablan de culpas te sientes víctima,
cállate.
Te ofendes cuando levantan el dedo acusador,
te molestas cuando la sospecha se vuelve hacia tí,
te resistes cuando la conciencia intenta despertar.
Cállate.
Pero cállate, cállate, cállate,
porque no sabes nada,
porque no tienes derecho a hablar,
porque tu boca es indigna de mencionar sus nombres.
Cállate, hipócrita.
A mi prima, que se atreve a hablar de alguien a quien dejó tirada.
No sabes nada. No tienes derecho a hablar por ella.
Cállate y piensa en lo que hiciste y en lo que no hiciste, hipócrita. Porque ella se fue muy disgustada contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario