lunes, 18 de abril de 2016

Fiestas pervertidas

"la fiesta es un exceso tolerado e incluso ordenado", "es la violación solemne de una prohibición"
S. Freud
Por lo que he visto, dos rasgos definen la fiesta a nivel antropológico:
1) La ruptura con lo cotidiano, es decir, los hábitos, la organización social y los tabúes. 
2) La liberación explosiva de los instintos, aspiraciones y sentimientos.
La idea de ruptura, de saltarse las normas es indisociable de la fiesta, como Freud decía. Hay autores muy reputados que defienden que la fiesta está casi indisolumente unida a lo sagrado, a la divinidad, al culto y no se podría entender el fenómeno de la fiesta sin las religiones.
Ejemplo ilustrativo de fiesta pervertida

En las sociedades industriales y consumistas se integran todas las manifestaciones de la vida colectiva en un circuito de producción/consumo y consecuentemente se deterioran las relaciones interpersonales. Y, si a veces se habla de "civilización del ocio", también en ella la fiesta queda atrapada en una organización y comercialización del tiempo libre que la priva de sus valores propios.Y ni siquiera la escasez de formas bajo las que parece sobrevivir esa imagen de la fiesta colectiva, se escurre de la dinámica de la sociedad de consumo, que la organiza y comercializa de acuerdo con su previsible rentabilidad.

Maltrato hasta la muerte de animales en fiestas

Partiendo de estas bases y sobre todo del último concepto que nos habla de una "perversión" (así lo llamo yo) de la fiesta en la sociedad de consumo, convertida por tanto en un bien que se vende y que pierde su esencia, quisiera abundar en el fenómeno de estas "fiestas pervertidas", convertidas en objetos de consumo y que como buenas fiestas siguen siendo canales para la liberación de los instintos de la muchedumbre alienada por esa misma sociedad neoliberal que la pone a su servicio con oscuros fines. Los elementos comunes y casi exclusivos de esas fiestas desvirtuadas son:
-El consumo excesivo y exagerado de alcohol como droga principal, haciendo de anestésico moral y desinhibidor de la conducta reprimida.
-La música rítmica a muy elevado volumen hasta que se convierte en una suerte de anulador sensorial que impide la comunicación entre personas y favorece la alienación.
-La concentración de muchas personas en lugares relativamente pequeños para favorecer el sentimiento de pertenencia y a la vez el de exclusión del aquellos que no se suman a la celebración.
-El desarrollo de conductas no permitidas en otras circunstancias, como maltrato de animales (corridas de toros, correbous, etc...), vestirse de forma pintoresca (trajes regionales, disfraces grotescos,...), la desinhibición sexual, conductas de riesgo ("balconing", "mamading"...) como sublimación de los bajos instintos.
Torturar y matar a un animal como fiesta, la perversión por antonomasia

Por tanto, la fiesta se convierte en un fenómeno decadente mercantilizado por agencias de viajes, medios de comunicación de masas y hosteleros, que se copia a sí misma para autocaricaturizarse , alejada de sus orígenes primigenios basados en la celebración de un ritual sagrado, que tenía un sentido ( señalar el inicio de la primavera, la recogida de la cosecha, etc...) y convertirse en un fenómeno masificado que no tiene sentido ni creatividad, utilizado para sublimar de forma más o menos insalubre las frustraciones de la vida en la sociedad de consumo.

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