Ya hemos hablado en este blog de que vivimos en un mundo que tiende a convertir las relaciones en algo superficial e impermanente, en una sociedad narcista y de falsa autosuficiencia que se mira en el espejo oscuro (black mirror) de las nuevas tecnologías.
En esta situación de base es difícil mantener relaciones significativas que duren y que sobrevivan a la liquidez de la realidad diaria en la que tendemos a preferir escribir un twit o un whatsapp en lugar de conversar con un ser querido.
Pero hay cosas que no cambian, hay situaciones que se repiten desde la era del teléfono fijo y el correo postaal y supongo que desde mucho antes. La esencia del ser humano no cambia tanto como para que dejen de darse ciertos conflictos universales.
En mi continuo y vano intento de recuperar amistades me he reencontrado con diferentes patrones de amistad, que cansan y frustran, y desde luego no pretendo quitarme mi parte de responsabilidad, pero ese análisis me lo guardo para mí.
-Relación invasiva: para mí es la relación personal con alguien que pretende cambiarte y llevarte a su terreno, ya sea ideológico, profesional o del tipo que sea, pero con una total falta de respeto y de empatía, machaconamente y de manera invasiva. Por ejemplo, el amigo que te arrastra a ir de discotecas por mucho que tú le hayas dicho que no te gusta y que no te lo pasas bien, pero insiste y te coacciona llegando a hacerte sentir mal mediante la descalificación y el chantaje "es que eres una reprimida", "tú no sabes divertirte", etc... Suelen ser personas que llaman insistentemente y a deshora, resultando inoportunas y molestas. Este tipo de personas son las que más dañinas me han resultado y con ellas no hay otra solución que cortar la relación y alejarse lo más posible, pues no te quieren por tí misma, sino que desean moldearte a su gusto. Aquí entra perfectamente el/la psicoplanner.
Invasión |
- Relación de "apego inseguro": llamo así a la amistad que te da una de cal y otra de arena, generando un vínculo ambivalente. Aparece y desaparece de forma arbitraria e impredecible. Un día te propone un plan fantástico, te hace regalos y te promete cosas fabulosas y de repente desaparece sin cumplir nada de lo que prometió. Como su nombre indica, no sabes si puedes confiar en esta persona y cuando estás con ella te sientes insegura y con cierto sentimiento de culpa por dudar de ella. También a evitar.
-Relación "límite": Inicialmente la relación es muy buena, la otra persona te halaga, te rinde una admiración a veces desproporcionada y a posteriori sospechosa, te llama su mejor amiga y te dice que eres imprescindible en su vida, pero en un momento dado deja de hablarte sin motivo aparente, no te contesta a las llamadas ni a los mensajes y te deja más tirada que una colilla. Has caído del pedestal y también habla mal de tí a otras personas. Normalmente estamos tratando con una persona inestable y/o con rasgos límites de personalidad, por lo que también es totalmente necesario alejarse lo más posible y evitar nuevos contactos si se quiere evitar ser dañada de nuevo.
-Relación "ausente": como el padre ausente es esta amistad ausente, a la que ves una vez al año o al lustro, la que no te contesta al teléfono, la que de cada 5 whatsapp que le mandas te contesta a 1. Suele haber una amistad de toda la vida de base o una relación familiar que dificulta la ruptura o que genera culpa y tristeza cuando te das cuenta de la situación. Muy difícil de llevar, pero en muchos casos inevitable.
Hasta aquí mi pobre y humilde visión de la cuestión. Para mí lo ideal es buscar la simetría en las relaciones, que tú recibas lo mismo que das, y si en malos tiempos la otra persona está más ausente, perdonarlo porque sabes que ella lo hará cuando tú falles.
Sólo desde la igualdad, la empatía y el perdón mutuos puede funcionar una amistad.
Y por eso es tan difícil encontrar una.
Simetría |
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